Aparecen cuerpos, mensajes amenazantes y restos humanos en el Valle de Toluca

Todavía no le dan su constancia de mayoría a la maestra Delfina Gómez Álvarez y ya el crimen organizado que opera, en sus muy variadas formas de diversos cárteles y pandillas en territorio mexiquense, se manifiesta enérgicamente para advertir al nuevo gobierno que vienen por sus abrazos o, bien, que harán lo necesario para que prevalezcan los eventuales acuerdos establecidos con el gobierno saliente.

Cualquiera de las dos hipótesis parece ir encaminada a dejar en claro una terrible advertencia a la maestra y a quien sea que nombre como encargado o encargada de la seguridad Pública estatal, en el sentido de que el Valle de Toluca (y desde luego el sur de la entidad y la Zona Metropolitana del Valle de México) podrían michoacanizarse o guanajuatizarse en un instante, si no se llegan a acuerdos que permitan recobrar la paz narca que se ha venido desvaneciendo en todo el país, conforme Morena toma el mando de la mayoría de las entidades federativas y comete el gravísimo error de refrendar la desastrosa política en la materia del Presidente López Obrador, que se resume en la militarización plena, sazonada con abrazos y no balazos.

Por lo pronto, medios informativos del Valle de Toluca que dieron la nota de las mantas que el pasado 29 de junio aparecieron en la carretera Toluca-Tenango; en el puente de acceso a la demarcación sobre Avenida Estado de México y en el puente peatonal sobre la vialidad de Pino Suárez, con mensajes intimidatorios, empiezan ahora a balbucear (con un aparente control informativo de sus patrocinador principal, el Gobierno estatal) sobre la aparición esta mañana de cuerpos y restos humanos en diversas zonas de la capital mexiquense, incluido un puente peatonal de Ciudad Universitaria.

El anuncio del director de Seguridad Pública, Eduardo Alcalá Reyes, sobre que se reforzaron los operativos de seguridad en los 22 municipios que integran el Valle de Toluca, se vio rápidamente rebasado por la alarma de estas nuevas informaciones sobre los tétricos mensajes criminales que, por primera vez en la historia de este Valle, delinean una situación gravísima de inseguridad que hasta ahora y destacadamente en el gobierno que prometió acciones “firmes” contra la delincuencia, se habían limitado a feminicidios incontrolables y a cotidianos asaltos en el transporte público.