viernes, mayo 17

¡Sheinbaum aventaja a Xóchitl con 30 puntos en encuesta de El Universal!

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Es imposible que Xóchitl gane debido al nivel de rechazo que tienen el PRI y el PAN: Dante Delgado

LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

Los resultados de la más reciente encuesta nacional en vivienda de Buendía & Márquez, dados a conocer hoy por EL UNIVERSAL, apuntan una ventaja prácticamente irremontable de la candidata del obradorismo a la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum, sobre la opositora Xóchitl Gálvez, ¡de 30 puntos porcentuales!: Sheinbaum 50%- Gálvez 20%.

Estas cifras arrasadoras denotan, a 9 meses de la elección, la aparente irrelevancia electoral casi absoluta de la alianza opositora, agrupada en el Frente por México, pues la ventaja de Sheinbaum sobre Gálvez, supera en una tercera parte el total de votos potenciales de la candidata conservadora. De ahí la oportunidad de lo declarado por Dante Delgado, en el sentido de que Xóchitl anda arrastrando fardos de plomo (el PRI y el PAN) que no le permitirán alcanzar jamás a la candidata del obradorismo.Dante Delgado

Hay que mencionar que, en la misma encuesta de El Universal, Movimiento Ciudadano supera (6%) a los aliados de Morena juntos: PVEM y PT (5%).

Dado que, a todas luces, Xóchitl Gálvez es una candidata mucho más hábil, carismática y ágil que la corcholata favorita del morenismo, y la prueba de ello es que por sí misma ha sido capaz de lograr la preferencia -y en muy poco tiempo- de uno de cada cinco electores potenciales, la explicación de su rezago debe buscarse en el hecho irrefutable de que el Presidente de México lleva 5 años violando las leyes electorales al despotricar a diario, desde una tribuna oficial, contra lo que él llama los conservadores neoliberales y neoporfiristas.AMLO denostando a Xóchitl Gálvez

Más de 3 mil 500 horas de grabación de Las Mañaneras, a lo largo de esta administración presidencial, confirmarían ante cualquier tribunal internacional objetivo, es decir, que no estuviera amordazado e incluso amenazado en su existencia misma como el INE -y sus tan inútiles como costosas rémoras de los estados-, la comisión de delitos electorales calificados como graves por la legislación paradójicamente impulsada por el presidente que los comete, a la luz pública, todos los santos días entre semana, y hasta en sus giras de muchos fines de semana.

Ahí están las pruebas. Miles y miles de veces el mandatario ha condenado como mafiosos, ladrones, racistas, fachos, clasistas, aspiracionistas, mapaches, simuladores, y hasta asesinos a quienes genéricamente identifica como sus “adversarios” (que no “enemigos”) en lo que constituye una campaña electorera permanente desde Palacio Nacional que las autoridades en la materia han sido incapaces de frenar, de la misma forma en que se hicieron de la vista gorda o de plano funcionaron como cómplices de las elecciones de Estado del pasado, e incluso de los evidentes fraudes electorales que el prianismo cometió contra el ahora Presidente López Obrador.AMLO

La esperanza del pueblo de México de que el obradorismo terminaría con esas prácticas deleznables que envilecen nuestro anhelo democrático, nutridas incluso con la bravata fanfarrona de clasificarlas como delitos graves, se ha visto frustrada hoy, de la misma forma en que fue traicionada por el foxismo, en la medida de que el indicador clave para entender esa traición radica en la rendición de ambos movimientos, presuntamente “purificadores” o de “transición democrática”, frente a los encantos demagógicos y gatopardistas del peñismo.

¿Está ya, entonces, la suerte echada?

Posiblemente. Todo dependerá de que los líderes de la 4té más preclaros, entiendan que don Andrés representó una gran esperanza de modificar las cosas, pero que se ha venido extraviando en el ejercicio de un poder que, él mismo lo repite frecuentemente, atonta o de plano enloquece. Requerimos un mandatario o mandataria honesto(a) que se dedique a gobernar para todos por igual, sin preferencias de ninguna índole.

AMLO, Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard

Que deje caer todo el peso de la ley sobre quienes la violaron en el mal ejercicio del poder y no que los ande usando como ejemplo para detractar electoreramente a sus adversarios, mientras en lo obscurito se anda empiernando con ellos y con la oligarquía más nefasta de este país, a la que le ofrece toda su consideración y respeto.

Por lo pronto, Marcelo Ebrard y Movimiento Ciudadano tienen algo fundamental en común que ni Alito, ni Marko Cortés, ni Mario Delgado y mucho menos Jesús Zambrano, podrían presumir jamás: el respeto a las reglas más elementales de la democracia.

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