Algunas autoridades parecen estar más preocupadas por sus mascotas
Por Jesús López Segura
El Estado de México lidera una preocupante estadística en materia de violencia sexual contra menores, colocándose a la vanguardia de la ‘lista negra’ nacional en este oscuro rubro.
Según los datos proporcionados en la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), retomados en un reportaje de Milenio Estado de México, por Abadiel Martínez, durante el período comprendido entre 2015 y 2022, más de 40 mil niñas, niños y adolescentes fueron víctimas de este delito en todo el país, siendo la entidad mexiquense la más afectada.
Con un total de casi 9 mil casos documentados, el Estado de México prácticamente triplica a otras entidades, como Chihuahua y Jalisco, que registraron 3,725 y 3,321 casos respectivamente en el mismo período.
Este sombrío panorama refleja una alarmante tendencia al alza, con un aumento del 97% en la incidencia de violencia sexual en la entidad mexiquense desde 2015, continuada fatalmente a pesar del cambio de administración con un nuevo partido político al frente, luego de casi un siglo de dominación priista.
Los números revelan una situación desgarradora, donde las niñas y adolescentes representan el 92.3% de las víctimas, dejando en evidencia la vulnerabilidad extrema de este grupo demográfico. Además, se observa una escalofriante realidad: las edades más vulnerables oscilan entre los 12 y los 17 años, con 6,913 víctimas, lo que significa que siete de cada diez agredidos se encuentran dentro de este rango de edad.
No menos preocupante es el hecho de que, del total de víctimas en el Estado de México, 36 eran indigentes y 108 tenían alguna discapacidad, lo que evidencia una vulnerabilidad aún mayor en estos grupos marginados. Estas cifras desgarradoras exigen una acción inmediata por parte de las autoridades, tanto a nivel estatal como federal, para combatir este flagelo y garantizar la protección de la infancia mexiquense, azotada por otros delitos, como la violencia familiar, las lesiones y la violación, aparte del acoso y el hostigamiento sexual.
Paradójicamente, algunas autoridades parecen estar más interesados en sus mascotas, malinterpretando la genuina preocupación por erradicar el sufrimiento animal, como podría ser el caso del nuevo alcalde toluqueño, Juan Maccise, quien puso a parir chayotes a su equipo de abogados para que se autorizara, de un día para otro, en la víspera de la celebración de los 200 años de la erección del Estado de México, la posibilidad de llevar con él a su oficina a sus perritos “pug” o “carlinos”, raza de animalitos que ha posado secularmente en brazos de sus dueños para la fotografía, o para las pinturas con la realeza desde la Edad Media.
Así que no se olviden de llevar -aparte de los documentos pertinentes para el trámite a realizar-, sus bolsitas ecológicas, aromatizantes, toallitas húmedas y otros accesorios necesarios cuando visiten el Palacio Municipal de Toluca, edificio histórico con unos 140 años de antigüedad, ahora orgullosamente pet friendly, no sea que -como en el caso de los alcaldes anteriores- algo empiece a oler mal.
