Niega tajantemente haber dicho jamás que regresaría a los militares a sus cuarteles

Cuestionado con una pregunta sobre el tema de la militarización de la seguridad pública en su gobierno, el Presidente López Obrador sorprendió con una respuesta que pone en duda seriamente el buen funcionamiento de sus capacidades mentales:

-“¿Por qué ese afán, después de que usted había dicho, cuando fue candidato, no utilizaría al Ejército y ahora, a través de diversos recursos legales, trata de legitimar el uso de las Fuerzas Armadas para que hagan tareas de seguridad?”.

-“Primero yo nunca dije eso”.

[En este punto hasta los siervos de la Corte matutina se quedaron con los ojos cuadrados].

-“Usted dijo que regresaría el Ejército a sus cuarteles”.

-“No. No, yo dije de que había que apoyarnos en las Fuerzas Armadas.”

Es cosa de solicitar en YouTube que presente videos de AMLO diciendo que es un error grave utilizar al Ejército en tareas de Seguridad Pública y que él regresaría a los soldados a sus cuarteles, en el contexto de las críticas frecuentes que enderezaba contra la política de Seguridad de Calderón “quien pateó el avispero” como repetía hasta el hartazgo, para que la empresa videográfica nos presente una serie de grabaciones donde queda en evidencia que el mandatario miente como respira, o ha perdido la memoria, o la razón.

Siempre he procurado ser respetuoso no de la investidura presidencial, porque es el propio AMLO el que suele denigrarla, justo al usarla para atacar a periodistas con un despliegue de abuso del poder que viola todas las reglas de la urbanidad. Procuro ser respetuoso de la verdad, independientemente de quién pueda salir lastimado, incluso yo mismo, que me he ganado, por ese apego compulsivo a la verdad, la enemistad de muchos viejos y nuevos amigos.

Se perfectamente que afirmar que el Presidente de México podría haber perdido la razón o es un mentiroso consuetudinario, constituye un planteamiento demasiado grave, pero al escuchar apenas ayer que nuestro mandatario, guía intelectual y político de millones de mexicanos, era capaz de salir con la perogrullada de que los encapuchados de Chiapas que detuvieron a su criatura podrían ser parte de “un montaje de Carlos Loret“, o que la famosa camiseta de la Santa Muerte es un asunto de libertad religiosa, para unas horas después salir con la patraña de que nunca pensó o dijo devolvería a los militares a sus cuarteles, francamente creo que no se necesita ser muy estricto para poner en duda la vigencia de sus capacidades mentales. ¿O exagero?