Cold Case. Cazar a la señora Casar. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
¿Y por qué Romero Oropeza no persiguió con la misma saña a Romero Deschamps?
El mandatario que se ha hecho de la vista muy, pero muy gorda para castigar los gravísimos casos de corrupción de sus antecesores en el cargo, con el absurdo “argumento” de que “lo suyo no es la venganza“, pone a su cobarde director de Pemex, Octavio ‘Robero’ Deschamps, perdón Oro-peza, a ventilar un viejo caso -como en la serie de televisión “Cold Case“- que se suscitó hace 20 años, con obvio propósito de vengarse (aunque lo suyo, dice, no es la venganza) de una perseverante y valiente crítica de su gobierno, la señora María Amparo Casar, ahora más famosa y conocida gracias -como de costumbre- a la torpeza de Jesús Ramírez.
Usando el aparato gubernamental y los recursos públicos de la Mañanera, el par de tabasqueños que han ordeñado las finanzas nacionales para sostener con alfileres la obsoleta petrolera en quiebra, enfilan sus energías para atacar a una dama ¡viuda!, en vez de perseguir a los saqueadores sindicales y ex funcionarios de Pemex que robaron miles de millones de pesos.
Cuando AMLO llegó al poder, todos pensábamos que Robero Deschamps terminaría en la cárcel y los ferraris de sus hijos y el patrimonio fastuoso malhabido de esa familia, volvería a las arcas de la nación, pero en lugar de ello, vimos con tristeza cómo la secretaria del Trabajo, hoy de Gobernación, Luisa María Alcalde, entregaba el liderazgo del sindicato petrolero al ex tesorero del mega ratero Deschamps, fallecido el año pasado. Uno de los muchos actos de desvergüenza presidencial que los fanáticos de la 4té ocultan en su inconsciente.
No me interesa si la señora Casar usó sus indudables influencias políticas de entonces (2004, cuando, dicen era coordinadora de asesores del secretario de Gobernación) para lograr que funcionarios corruptos de Pemex cedieran las pensiones e indemnizaciones propias de un accidente de trabajo, enmascarando un supuesto “suicidio”, o si los que realizaron el peritaje eran corruptos y torcieron la causa de la muerte de su esposo, para perjudicarla. No. Aquí lo relevante es que quien usa los recursos públicos de la Mañanera para bregar contra la oposición en plena campaña presidencial y explota esos mismos recursos, ilegalmente, para su beneficio personal al promocionar las ventas de su libro mientras se ufana de haberle retirado las pensiones a los ex presidentes, es decir el mandatario que avienta el aparato gubernamental contra ciudadanos inermes, en las narices de las autoridades electoral y judicial, puede o no seguir haciendo de las suyas hasta el final de las campañas y de su mandato.
Causa indignación ver todos los días cómo el Presidente de México pierde el tiempo en los mismos chismes de lavadero, repetidos hasta la náusea, culpando de todas nuestras desgracias a los neoliberales, sin haber perseguido judicialmente a nadie, excepto a mujeres como Rosario Robles y ahora María Amparo Casar, mientras abraza a criminales de cuellos blanco, negro y toda la gama imaginable de grises.