“Claudismo” a la mexiquense. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
Acusa Claudia Sheinbaum de ladrones a los priistas del Edomex, ¡al tiempo que apapacha a Luis Miranda Jr.!
“El PRI se sirvió con la cuchara grande en el Estado de México“, soltó Claudia Sheinbaum en una declaración que bien podría sumarse a la ola de desafíos verbales que viene enderezándole al ya casi ex presidente de México, pues desde que su socio Alfredo del Mazo Maza era gobernante, el mandatario federal no ha prodigado más que elogios, tanto al exgobernador priista, como a su primo, “el licenciado Peña Nieto“.
No creo que al creador le haya hecho mucha gracia que su calca desdibujada se atreva a ofender de esa forma a sus amigos, como tampoco eso de que él llegó al poder “por ambiciones personales“, como le espetó -aunque luego, a instancias del Noroñas, rectificó- su mimética creatura.
Decir que burócratas gobernantes “se despachan con la cuchara grande” equivale a llamarlos, lisa y llanamente, ladrones, no hay vuelta de hoja, y hacerlo justamente en Tecámac, donde la ahora candidata a senadora y entonces alcaldesa Mariela Gutiérrez, la besamanos del Presidente, perpetró su humillante postración, podría representar un doble desafío a la investidura presidencial, como dicen los que piensan que a don Andrés no se le debe tocar ni con el pétalo de una flor de calabaza.
El otro día fui a una dizque conferencia de prensa a realizarse en un salón del hotel Fiesta Inn, donde más bien tuvo lugar una especie de acto de campaña de Higinio Martínez, Ricardo Moreno, Mariela Gutiérrez y algunos candidatos morenistas a diputados, entre los que destacó -e incluso le aplaudieron más que a Higinio– nada menos que Luis Miranda Jr., quien no lucía sus relojes de 500 mil pesos en esta ocasión, e iba vestido al estilo hippioso del morral y la austeridad republicana.
El salón se llenó con contingentes obviamente pagados por los distintos candidatos, la mayoría toluqueños que aclamaban a Ricardo, el candidato que cabalga en caballo de hacienda para la alcaldía de la capital mexiquense.
Los tres oradores (Higinio, Ricardo y Mariela) hablaron ahí, en ese apretado salón, ante la pequeña multitud de acarreados y un puñado de periodistas que se amontonaron al final del acto alrededor de la mesa, como si se tratara de una entrevista banquetera.
Higinio, por ejemplo, narraba que le prometió a la maestra Delfina ubicar en el palacio de enfrente de su oficina a un morenista, para que pudiera saludarlo todos los días desde la ventana, mientras las pequeñas hordas de activistas profesionales, todos muy decentes y bien portados, aplaudían a rabiar.
No dijo nada Higinio, sin embargo, de sus pifias al colocar ahí mismo -en la ventana de enfrente- a personajes como Juan Rodolfo, pero sí ratificó los persistentes señalamientos de sus desacuerdos con Ricardo, muy naturales, dijo, cuando se trata de un movimiento tan grande como el de la 4té, pero aseguró que son tiempos de unidad, como cuando se le va al Toluca o a las Chivas, pero a la hora en que esos rivales se funden en la selección nacional, “es tiempo de cerrar filas”, arenga futbolera que motivó el grito (fallido al final de la jornada) de que el Toluca vencería al equipo tapatío para pasar a semifinales del torneo.
Ignoro si ese pronóstico deportivo, frustrado, se replique en lo político dentro de dos semanas, aunque lo dudo porque Ricardo Moreno lleva todas las de ganar y creo que será un buen presidente municipal, o al menos mucho mejor que los antecesores de Morena y del PRI, pero ése podría ser precisamente el problema. En una elección de Estado, donde lo que prevalecen son los intereses no necesariamente de la mayoría y el hecho de ser una buena persona o un buen candidato podría representar un obstáculo para la prevalencia del statu quo, donde priva la criminalidad y los abrazos a los delincuentes, todo puede suceder.
¿Cómo creer en la sinceridad de Claudia Sheinbaum cuando nos dice que los priistas eran unos ladrones que se despacharon con la cuchara grande en el Estado de México, si al mismo tiempo, nos asegura que el hijo de Luis Miranda Nava, el compadre de Peña Nieto, “es del movimiento y hay que votar por él”?