“La respuesta del gobierno mexicano no es opcional. Tiene la obligación de defender nuestra soberanía”, dice

La Presidenta Claudia Sheinbaum confirmó esta mañana que recibió la carta que publicó un diario mexicano de acceso restringido en su portal, en la que el narcotraficante más poderoso del mundo, Ismael “El Mayo” Zambada, amenaza a México y a Estados Unidos con “un colapso” si no es repatriado cuanto antes ante la eventualidad de ser condenado a la pena de muerte allá.

Su argumento: “Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré (sic de primera persona) condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que, en cualquier momento, cualquier Gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y SOBERANÍA, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda”.

El Mayo Zambada amenaza a México y EE. UU. con un colapso si no es repatriado a nuestro país

En evidente “nado sincronizado” (como le gustaba decir a la “Vilchismosa“), la doctorA Sheinbaum ha estado ya varios días seguidos exaltando el tema de la SOBERANÍA, incluso al grado de sembrar modificaciones constitucionales en defensa velada -endulzada con arranques de nacionalismo ramplón-, de los grupos criminales amenazados por la administración Trump.

La postura de doña Claudia, muy mal aconsejada por sus asesores jurídicos y peor por sus consejeros políticos, se centra en el argumento de que “más allá del personaje”, es decir, más allá de que el Mayo Zambada es un multihomicida peligrosísimo, “la ley es la ley” y en su caso se violó el debido proceso, pues no se le capturó conforme a los cánones que dictan nuestra Constitución y las leyes que de ella emanan.

Claudia Sheinbaum aboga por El Mayo argumentando que en su caso se violó la ley

Los mexicanos estamos acostumbrados a que los abogangsters defensores de criminales presenten este tipo de argucias legaloides sobre el “debido proceso” para liberar a peligrosos asesinos y extorsionadores, con la complicidad, ciertamente, de jueces corruptos. Pero asombra y desconcierta que, para defender al capo de capos, a la cabeza más notoria del crimen internacional, nos venga ahora nada menos que nuestra presidentA a restregarnos que la ley es la ley y considere siquiera la posibilidad de ceder ante la amenaza de ese megadelincuente:

“En la mañana nos envió, en efecto fue en el Consulado de Nueva York, creo, esta solicitud. Lo estamos planteando a la Fiscalía General de la República. Ustedes saben que el fiscal ha estado trabajando muchos este tema porque MÁS ALLÁ DEL PERSONAJE [esto lo repite varias veces] que está solicitando el tema que plantea la carta, el delito es cómo se da esta detención, entonces el fiscal tiene ya una carpeta, incluso abierta en este sentido, y si les parece, el martes, que es el informe de seguridad, qué nos puede decir, cuál es el avance, qué información se le ha pedido al gobierno de los Estados Unidos, y qué es lo que procede en este caso”.

Claudia Sheinbaum asegura que el Fiscal Gertz está “trabajando en el tema que solicitó la carta” de El Mayo

Así que puede haber miles de detenidos en Estados Unidos, por delitos incluso cuestionables por el racismo imperante en su detención, hasta condenados a la pena de muerte y jamás hemos escuchado a la mandatariA considerando la posibilidad de interceder por ellos. Solo lo hace ante la amenaza del poderoso narcotraficante de colapsar la relación entre ambos países.

Y vale la pena preguntarse: ¿Cómo podría el Mayo colapsar la relación entre Estados Unidos y México?
Muy simple: soltando la sopa, es decir revelando los nombres de los políticos en los más altos niveles que le han brindado la protección sin la cual jamás habría alcanzado su descomunal poderío.

Así que más pronto de lo que cantaría un ganso -si los gansos cantaran- podríamos ver a doña Claudia obsequiando al capo una solicitud de extradición –como la que AMLO extendió para el general Cienfuegos– envuelta para regalo con las más churriguerescas alabanzas a la epopeya por la soberanía nacional.

Si Claudia Sheinbaum accediera a satisfacer la grosera exigencia del Mayo de reclamar la extradición, con argumentos leguleyos sobre el debido proceso “más allá del personaje” y en función de la soberanía nacional, no cabría la menor duda de que el gobierno mexicano estaría claudicando ante el poderío del crimen organizado. ¿No cree usted?