Richard’s choice. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
En unas horas sabremos si Monreal se decidió por la congruencia, o se echa a nadar en el chiquero con AMLITO
Según Mario Maldonado, destacado columnista de El Universal, Ricardo Monreal pactó con Adán Augusto López conseguirle los votos en el Senado al Presidente para aprobar la iniciativa priista de prolongar la presencia militar en las calles de México hasta el 2029, a cambio de que le quiten el carácter de apestado y pueda incorporarse oficialmente al show de las corcholatas presidenciables.
De ahí el cambio repentino de don Ricardo, primero muy gallito diciendo que se requería un cambio constitucional para militarizar a la Guardia Nacional, y ahora, muy obediente, cabildeando para conseguirle los votos al mandatario a fin de que se apruebe la prolongación del viacrucis militar en México.
Todo indica que Monreal, hábil como es en la praxis de la política como el arte de conciliar, pero también de engañar, estira la liga hasta el último momento para ver qué saca, y por ello ha estado manifestando desde el fin de semana que se esfuerza, pero la negociación está muy difícil y tal vez no satisfaga el capricho militarizador del mandatario, ¡pero no por falta de entrega!, sino por la necedad de los opositores que regatean 11 tristes votos.
La encrucijada para quien acaba de doblar al todopoderoso López Obrador en la definición de la Presidencia del Senado, y acto seguido vino a Toluca a fotografiarse al lado de Higinio Martínez y de Alejandra del Moral, ante la ausencia de Delfina Gómez en el Informe del Gobernador Del Mazo, es muy sencilla y, a la vez, terriblemente complicada:
No se puede ser “de izquierda” y al mismo tiempo bregar por la militarización indefinida de la patria. No puedes chapotear en el chiquero con Alito, al mismo tiempo que alardeas de tu lucha contra la corrupción y la impunidad. No puedes decir que defiendes la división de poderes y el sistema de contrapesos, cuando sometes al Senado de la República al indigno papel de guarura de las ocurrencias del Ejecutivo.
No hay de otra. Si Mario Maldonado tiene razón y Adán Augusto deslumbró a Ricardo con las cuentas de vidrio de andar haciendo el ridículo como sonriente corcholata, mientras el mandatario tiene otros planes ocultos, Monreal habría renunciado a su papel histórico como una opción de verdadera izquierda que no pacte con Alitos y bregue por los auténticos objetivos de la izquierda, a saber, entre muchos otros:
Armar al pueblo contra los criminales. Regresar a los militares a sus cuarteles. Gravar las megafortunas para financiar realmente a los pobres. Legalizar el aborto y el consumo y venta de drogas no venenosas como el fentanilo. Proteger realmente a nuestras mujeres y a los periodistas críticos, dejando de enriquecer a los mercenarios lambiscones…
En unas horas sabremos si el jefe del Senado se decide por la congruencia en los principios o se revuelca en la mierda con Alito y sus huestes de traidores a la Patria.