Sugiere el Presidente que su sucesor podría ser más radical que él: “Yo soy fresa, me he aburguesado”, advierte

LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

“Dar marcha atrás a la incorporación de la Guardia Nacional a la SEDENA sería un grave error. Un error garrafal”, asegura el Presidente López Obrador en su conferencia matutina, a pregunta expresa sobre la iniciativa del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien propondrá al Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declarar inconstitucional la transferencia de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).

“Es darle continuidad a la política de García Luna. Es continuar con la misma estrategia de la Policía Federal que dependía de la Secretaría de Seguridad Pública y luego de Gobernación, y se echó a perder por completo, se corrompió. La única manera para que se mantenga como una corporación para defender auténticamente a los ciudadanos es que dependa de la Secretaría de la Defensa. Eso significa honestidad, rectitud y si no va a suceder lo mismo al paso del tiempo. Si yo fuese irresponsable podría decir ¡a mí que me importa!, allá el que venga que seguramente va a ser un hombre o una mujer que le dará continuidad al proceso de transformación .Un inexperto ingeniero abogado sin principios sin ideales sin doctrina y con mucha ambición como García Luna se haga cargo de una corporación que ahora va a tener 150 mil elementos, Ya son 128 mil elementos con cuarteles, con diciplina con reconocimiento de los ciudadanos, porque la GN ya está resultando bien evaluada por los ciudadanos, y sería muy irresponsable. Es de veras un daño al país. Y si fuese así, si resolvieran los ministros de que no debe la SEDENA hacerse cargo de la GN como sucede en España, Francia e Italia y así en varios países, vamos de todas formas, en el tiempo que nos queda, a cuidarla para que no se eche a perder. Es importante inscribirla en una institución sólida como la SEDENA“.

Más adelante en La Mañanera, sobre una nueva pregunta (de esas que le confecciona a modo el vocero Jesús Ramírez) sobre “la necesaria reforma al Poder Judicial“, el Presidente soltó uno de esos soliloquios -porque casi nadie se atreve a refutarle nada- en el que perfila una suerte de amenaza:

“Recomendarle a mi sucesor que no se olvide de la Reforma al Poder Judicial: Ayer se dio a conocer que están tratando de liberar al mochaorejas. No dejar de moralizar a México. No permitir la corrupción. Hay muchos corruptos adversarios nuestros opositores que están contando los días y ya quieren que ahuequemos el ala. Ya te falta poco y los que vengan va a ser distinto. Nos vamos a arreglar con ellos. Que no se confíen porque puede venir alguien bastante más radical. Yo soy bastante fresa. Ya me estoy aburguesando”.

La afirmación del mandatario en el sentido de que “ayer se dio a conocer que están tratando de liberar al mochaorejas” es profundamente falsa e irresponsable, porque el juez que dictaminó la revisión de una de las acusaciones contra el perverso criminal, lo hizo para que se reponga ese proceso en particular, porque “El Mochaorejas” y sus cómplices alegan que fueron torturados y no se les permitió presentar pruebas de descargo. Pero de ninguna manera significa que se les dejará libres (como afirma el mandatario), porque otros procesos paralelos dictaminan 250 años de prisión para esos sanguinarios secuestradores que, como en el caso de narcotraficantes defiende el propio Presidente, deben ser respetados sus Derechos Humanos. No como decía Arturo Montiel en su propaganda política, asesorado por el ahora crítico Carlos Alasrati (sic): “Los Derechos Humanos son de los humanos, no de las ratas”.

López Obrador siguió disertando sobre su obsesión militarizante de la Seguridad Pública mexicana con argumentos que solo pueden convencer a los muy ignorantes o de plano autoritarios:

“Cuando la Policía federal dependía de Gobernación, revisen el presupuesto: les autorizaban por ejemplo 2 mil millones y terminaban ejerciendo 3 o 4 mil y no había cuentas claras. Ojalá y los ministros piensen en la seguridad de la gente y en la importancia que tiene que la GN dependa de la SEDENA como la Fuerza Aérea y el Ejército. Estamos hablando de aprovechar las escuelas de la SEDENA, las instalaciones, la disciplina… todo el legado para que se mantenga con honestidad esta corporación.

Acerca de que se va a militarizar el país eso no tiene sustento. Ya lo he dicho, eso puede aplicarse a otros países. Se militarizaron los países del Cono Sur en los 60. El Ejército mexicano es otra cosa. Surge con la Revolución, para oponerse a un cuartelazo, a un acto extremo de militarización que fue el golpe de Huerta contra Francisco I. Madero. Venustiano Carranza llama al pueblo a tomar las armas, a formar un ejército y así surgió, del pueblo. No es un ejército de élite, no tiene nada que ver con las cúpulas militares de otros países. Ya lo he dicho muchas veces. Aquí los militares de alto rango no pertenecen a la oligarquía, no son potentados, son hijos de campesinos… de profesionales. Gente de bien.

Por eso sostengo: El Ejército es pueblo uniformado y sí, desde luego, ha habido errores como en el 68 y llevaron a cabo esas acciones por órdenes del presidente. Díaz Ordaz asumió su responsabilidad en un informe. En el 68 se usó al Estado Mayor Presidencial, no fue el Ejército el que actuó en Tlatelolco. Hay hasta un reportaje. Un documento que hicieron Carlos Monsiváis y Julio Scherer en la revista Proceso, la de antes, ja ja ja…”