Delinea el mandatario cuál es su estrategia para revertir el saqueo perpetrado con contratos leoninos

Cuestionado el “Presidente de todos los mexicanos” (como le dice el lambiscón Lord Molécula) en La Mañanera sobre los contratos leoninos que existen en el Estado de México con empresas de la familia Madrazo Pintado, en materia de compras de medicinas, don Andrés aprovecha la oportunidad para exaltar el afecto especialísimo que le profesa a la gobernadora electa, Delfina Gómez, expresando su confianza en que ella sabrá resolver esos graves asuntos y destacando que ya está en pláticas con Zoe Robledo para instaurar en la entidad, en pleno, el proyecto del IMSS Bienestar encaminado a dar medicamentos y atención médica gratuitos a los mexiquenses. Ojalá no se incluyan en el proyecto los servicios de mantenimiento de elevadores.

Tengo mucha confianza en la maestra Delfina Gómez. Es una mujer implacablemente honrada. Por eso se oponían a que llegara al cargo y la acusaban de actos de deshonestidad cuando fue alcaldesa de Texcoco, enfatizaba el mandatario federal antes de brindarnos algunas pinceladas de su estrategia de gobierno en materia de corrupción.

En muy resumidas cuentas, don Andrés delinea que el mismo tipo de contratos leoninos se dio en el Estado de México -y en todo el país- en la renta de hospitales, que los gobiernos y concretamente el IMSS pagan a precios altísimos, con contratos de 20 años o más en los que se acaba pagando 10 veces lo que costó el hospital, o el penal o cualquier otra instalación que terminaba de cualquier forma siendo propiedad del mismo empresario, una vez terminado el contrato.

La solución que él ha planteado, dice muy orgulloso López Obrador, es una de dos, o se negocia un descuento, digamos del 50%, “que en vez de pagar 5 mil millones de pesos anuales, paguemos 2,500; o que les compremos la instalación, conforme a una evaluación justa. “No es por presumir -alardea el mandatario- pero tenemos el dinero para hacerlo, como cuando le pagamos 6 mil millones de dólares a Iberdrola para garantizar el abasto de luz a los mexicanos”.

¿Así se hizo con los penales? le pregunta una voz anónima en el salón.

Bueno, con los penales no quedé muy satisfecho, reconoce luego de haber estado presumiendo, en repetidas ocasiones, que nos habíamos ahorrado los mexicanos 2 mil millones de pesos anuales, porque en vez de pagarle 16 mil millones a los parientes de Salinas y otros machuchones que hicieron el negocio de su vida, había acordado con ellos pagar solo 14 mil millones ¡por penales cuya manutención de los presos era mucho más alta que la de los inquilinos de cualquier hotel internacional de 5 estrellas, y ni siquiera tenían presos!, pero de cualquier forma había que pagarles, según el contrato.

Un presidente que se dice de izquierda y presume encabezar un movimiento de la talla de la Revolución Mexicana, es incapaz de meter a la cárcel a los autores de contratos que sangran al país de una forma tan escandalosa, se dobla ante los intereses de cárteles y delincuentes de cuello blanco, pero despotrica incansablemente contra ellos en sus mañaneras, sin tocarlos con un pétalo judicial.

Pero de inmediato don Andrés nos deja ver el meollo de su estrategia. Termina diciendo, otra vez con gran orgullo, que por eso el pueblo bueno y sabio no debe volver a apoyar a esos personajes nefastos que urdieron semejantes estrategias leoninas para saquear a los mexicanos. Que por eso debe haber continuidad de la bendita cuarta transformación.

Lleva años el presidente de México haciendo proselitismo político en favor de su partido, usando los recursos públicos de la Mañanera, con lo que ha logrado, ni más ni menos, reducir a cenizas a los partidos tradicionales, con la engañifa de que ya no hay ni corrupción, ni impunidad, mientras los viejos y nuevos criminales de cuello blanco y los cárteles de las drogas, la extorsión y el secuestro, abrazados por su administración, siguen haciendo de las suyas. Negocio electorero ilegal re-don-di-to.