Y AMLO retoma el asunto en su Mañanera sin mencionar jamás por su nombre a Azucena Uresti

LA VERSIÓN NO OFICIAL

El señor López, “El Peje“, o “El Señor de Palenque” -como estima el maestro Alfonso Zárate será identificado AMLO en el ejercicio de su probable “maximato“- aseguró no haber sido él quien activó la guillotina contra “Susana“, como se ha referido el ocurrente mandatario a Azucena Uresti, ¿con el aparente fin de fingir demencia y hacernos creer que la comunicadora más profesional del país es tan intrascendente para él que ni su nombre se sabe?

Aseguró don Andrés ser inocente, porque no es lo suyo andar pidiendo cabezas de periodistas ¡para eso los asesinos de comunicadores se bastan y sobran!, y aseguró -en nado sincronizado con su manada de plumas a sueldo- que ella se incorporará a otro proyecto presuntamente más importante que el noticiario estelar de Milenio TV.

Esta declaración, acompañada de una agresiva petición ¿a su víctima? para que explique con detalle cuáles son esas “circunstancias actuales” a las que hizo referencia en su despedida, parece haber sido suficiente para que el expresidente Felipe Calderón reculara y considerara creíble la argumentación presidencial esgrimida obviamente para salirse del embrollo en el que “su amigo”, el dueño de Milenio, lo metió.

Del “Borolas“, como le decía AMLO a don Felipe (ahora ya no, ahora le llamó por su nombre en la Mañanera) puede esperarse cualquier cosa. Un expresidente que niega haber estado al tanto de lo que hacía su brazo derecho, Genaro García Luna, es alguien en el que, definitivamente, no se puede confiar.

En una comida aquí, en el Estado de México (donde ocurren cosas como videos circulando del ex alcalde de Toluca, Raymundo “N”, ya preso, sosteniendo relaciones sexuales con una integrante del Cabildo en plena oficina de la presidencia municipal -según cuenta la prensa local-), un panista de cepa me comentó que, dentro de su partido a nivel nacional, eran bien conocidas las orgías alcohólicas que organizaba casi a diario Calderón, en una suerte de barcito acondicionado ex profeso en Los Pinos, con Juan Camilo Mouriño (que en paz descanse), Ulises Ramírez y otros miembros del clan de los lagartones liberados, para escándalo y sufrimiento de su esposa, Margarita Zavala, y no precisamente porque la respetabilísima dama tuviera prejuicios contra el alcohol.

Pero don Andrés, volviendo al tema, parece muy contento con la rectificación de don Felipe, como queda de manifiesto en la siguiente cita textual:

“… Vienen meses de calor, ahorita hay frío pero vienen meses de calor por las elecciones, entonces no hacerle tanto caso a denuncias sin fundamentos, a calumnias, a la politiquería. Hay que estar atentos y no enojarnos, además hay que tener sentido del humor.

Ayer, antier, el fin de semana, una periodista habló de que se salía de un medio y se iba a otro. No que se iba a otro, sino que se salía del medio por las circunstancias especiales, las circunstancias es un término muy bien aplicado, muy bello: yo y mis circunstancias.

Es mucho mejor utilizar esa palabra, ese término, ese concepto, que por la coyuntura decían los físicos, los que hablan físicos (sic) hasta hace poco, la circunstancia tiene más tiempo que se usa por los filósofos, pero no hay ninguna circunstancia especial.

En cuanto a los medios, se garantiza la libertad a todos. Nada más que la periodista, no sé si de buena o mala fe, pone eso, de las circunstancias, y empiezan a llover los mensajes, hablando de censura, pero es que así está el ambiente ¿no? Al poco tiempo pues ya el periódico, la televisora que llegó a un arreglo con ella, aclaró y hasta el expresidente Calderón este… rectificó y ya.

Pero así van a haber muchas cosas porque hay eh… elecciones en puerta y siempre hay nerviosismos…

¿a quién creen que le echaron la culpa de lo de la salida de esta periodista? ¿A quién creen? Je je je.

Entonces no es para estarse molestando por las cosas como son. Ahora sí hay que entender las circunstancias”.