martes, diciembre 3

Para abril o para mayo… Meade caerá: López Obrador: Por Jesús López Segura: La Versión no Oficial

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A Meade le dicen “El Semana Santa” porque no se sabe si caerá en marzo o abril: Anaya

https://youtu.be/Jj8318BlH_o

 

El precandidato a la Presidencia de la República por el Frente, Ricardo Anaya, reiteró que el aspirante de la coalición, “Todos por México” -nuevo nombre luego de la impugnación ante el INE del anterior-, José Antonio Meade, será sustituido, pues dijo que “su campaña está estancada e incluso va en plena picada”.

Anaya insistió en que “cada vez es más fuerte este rumor de que lo van a cambiar”, pues la ciudadanía ya identificó a Meade Kuribreña como “el padre del gasolinazo”. Y se dio el lujo de bromear a costa del hijo adoptivo del priismo dinosáurico: “Meade es el candidato “Semana Santa“, ya que no se sabe si va a caer en marzo o abril”.

Andrés Manuel López Obrador, por su parte, fue un poco más generoso en cuanto al tiempo de caducidad de la campaña de Meade, pues estimó que su caída será “para abril o para mayo”, como rezaba la famosa canción de Los Hermanos Carrión…

Lo cierto es que lo vaticinado por quien esto escribe desde que Aurelio Nuño botó la Secretaría de Educación para incorporarse como coordinador de la campaña de Meade, en el sentido de que su verdadera encomienda sería quedar como candidato sustituto y trabajaría precisamente para ello, parece confirmarse en la apreciación de cada vez más amplios sectores políticos y de la comentocracia, que ya hasta hacen bromas a costa del candidato del PRI (et al).

Dice hoy, como botón de muestra, el generalmente bien informado columnista Raymundo Riva Palacio, en su columna Estrictamente Personal, de El Financiero:

Peña Nieto habló con Videgaray sobre la campaña durante el largo viaje que realizaron a principios de noviembre a Vietnam, donde participó en el Foro de Cooperación Económica de la Cuenca del Pacífico, y le pidió que se metiera en la reorganización de la campaña. De acuerdo con funcionarios consultados, la intervención de Videgaray se está intensificando y existe la posibilidad de que presente su renuncia en la cartera de Exteriores [SRE] y comience a dirigir la campaña de una manera plena, desde una oficina fuera del PRI.”

Si la información de Riva Palacio es correcta, no creo que Videgaray deje la Cancillería para ir a “reforzar la campaña de Meade; a rescatarlo” sino más bien a sustituirlo, porque está claro que su idea original -completamente mal lograda por los operadores de la campaña– era presentar a Meade como un candidato ajeno al PRI, una opción “ciudadana” que criticara abiertamente las fallas del partido que lo postula pero también las del PAN, con quienes trabajó al más alto nivel.

El Pentasecretario tendría que haber sido un candidato que buscara la simpatía antisistémica, pero lejos de ello, lo arrojaron a los brazos de los dinosaurios que “lo hicieron suyo”, anulando cualquier ventaja potencial que lo hiciera una candidato viable, habida cuenta de sus evidentes limitaciones para conectar con el electorado.

Durante toda la precampaña las cosas se han hecho exactamente al revés. Meade tendría que haber marcado una clara distancia respecto del PRI, tal como lo está haciendo Anaya, pero sin la virulencia del panista. Tendría que haber tomado el toro de los temas delicados como el gasolinazo por los cuernos y no eludir sus responsabilidades, sino más bien justificarlas en términos adecuados y entendibles. Pero son los propios priistas los que lo están hundiendo cada día más, hasta convertirlo prácticamente en el hazmerreír del electorado mexicano.

La sustitución del candidato priista empieza a verse como una necesidad imperiosa que tiene que darse lo antes posible si es que quiere conservarse el voto duro de un priismo francamente agónico. Las intervenciones del presidente Peña en la campaña, como la de acusar de traición a México a “quien perdone a criminales”, en más que obvia alusión a López Obrador, no ayudan en absoluto, porque es fácilmente reversible ese planteamiento, como ya lo hizo esta misma mañana Tatiana Clouthier, en entrevista telefónica con Carlos Loret, cuando asestó que Peña es quien traiciona a la patria al dejar libres a los criminales que la saquean.

Si el plan es que Margarita Zavala reste votos a Ricardo Anaya y El Bronco a Andrés Manuel López Obrador ya en plena campaña, para que ese plan funcione el candidato del PRI debe contar con un mínimo de capacidad competitiva con base en el voto duro, pero si éste se desmorona desde la precampaña, como está sucediendo, no habrá elección de Estado ni milagro alguno que logre imponer a un José Antonio Meade cada vez más desdibujado y descompuesto.

Por lo demás, los sueños guajiros de Aurelio Nuño de sustituir a su candidato con base en la traición, son imposibles de realizar, porque en cada entrevista arreglada con medios como el de Ciro Gómez Leyva, se nota su intención de ir sembrando la idea de esa sustitución lo que, aunado a la franca antipatía que despierta entre la gente, lo hace absolutamente inviable, a menos que don Enrique Peña siga afectado de su visión y se la juegue con su gallo íntimo. Ya veremos.

 

https://youtu.be/hcXujjwvfK8

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