viernes, julio 26

En Canadá piensan que fue una traición de México el firmar el acuerdo sin ellos: Riva Palacio | LA VERSIÓN NO OFICIAL, Por Jesús López Segura

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Mientras Peña justifica haber traído la campaña de Trump a Los Pinos, éste le vuelve a escupir en la cara

https://youtu.be/rv3MAJqrpzg

 

El 30% de los vehículos que se exportan de México a Estados Unidos no cumplirán con la nueva regla de contenido nacional que se estableció en el acuerdo comercial que alcanzaron el lunes ambos países, por lo que deberán pagar un arancel de 2.5%, explica una nota destacada por el diario mexicano El Universal, titulada “Acuerdo México-EU atropella industria automotriz“.

Además -continúa la nota de referencia-, “sigue latente la posibilidad de que el gobierno de Donald Trump imponga aranceles de 25% a los automóviles pick up mexicanos si el Departamento de Comercio estadounidense determina que las importaciones de vehículos ponen en riesgo su seguridad nacional, según declaraciones del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo”.

Mientras el Presidente en disfunciones, Enrique Peña Nieto, admite su oportunismo y falta de principios al confesar en un video promocional que cuando insultó a los mexicanos trayendo a Donald Trump a hacer campaña presidencial en Los Pinos, lo hizo porque calculó que él tenía más probabilidades de ganar y festina que esa decisión redundó a final de cuentas en el acuerdo bilateral con Estados Unidos que, según todos los datos, beneficia más al vecino del Norte que a la industria mexicana.

Dice Carlos Fernández-Vega a este respecto en su columna “México S.A.”, de La Jornada, que:

 

“De acuerdo con información oficial, las principales empresas exportadoras mexicanas son trasnacionales, como en el caso de General Motors, Daimler Chrysler, Ford Motor Company, Volkswagen, Nissan, Sony, Hewlett Packard y otras por el estilo, lo que denota que la actividad exportadora no petrolera de México registra una creciente concentración, al tiempo que no aporta mayor impulso al crecimiento y el desarrollo del país.

De hecho, como de tiempo atrás advirtió la Cepal, más de 73.3 por ciento de las exportaciones mexicanas son realizadas por 340 empresas (no necesariamente de dueños distintos), que representan apenas uno por ciento de todo el mercado exportador. En México, el número de empresas exportadoras disminuyó de 1.1 por ciento respecto del total de negocios en el país en 2012 a 0.7 por ciento en 2016, pero el monto promedio exportado por empresa se duplicó, pasando de 5.5 millones a 10.7 millones de dólares.

Con el correr de los años la situación ha empeorado: en 2005 la información gubernamental documentaba que en ese año apenas 601 empresas se quedaban con 76.3 por ciento del valor exportado. En 2016 el número de empresas se había reducido a 340, pero el ingreso creció sustancialmente.

Por si fuera poco, el nuevo acuerdo entre México y Estados Unidos aumenta los privilegios al sector automotriz trasnacional que opera en el país, y ni con el pétalo de una rosa alteró el esquema salarial para los trabajadores mexicanos, quienes se mantendrán con un ingreso 10 tantos inferiores al que, por la misma actividad y calidad de mano de obra, obtienen sus pares en los otros dos países firmantes del viejo TLCAN.

En este sentido, la Cepal aporta otro elemento: actualmente el sueldo medio que reciben los trabajadores de la industria automotriz que opera en México es de 2.38 dólares por hora, mientras sus homólogos estadunidenses ganan cerca de 24. A las trasnacionales el armado de vehículos en México, no en Estados Unidos, les genera ahorros en costos laborales de entre 600 y 700 dólares por vehículo terminado.

En números cerrados, las trasnacionales automotrices instaladas en México obtienen ganancias adicionales de entre mil 200 y mil 400 millones de dólares anuales por la abismal diferencia salarial.

Las rebanadas del pastel.- Entonces, si para la economía mexicana el panorama ya era complicado antes del nuevo acuerdo, con éste la situación no tiene por qué ser mejor”.

A su vez, Raymundo Riva Palacio apunta en su “Estrictamente Personal” que “los fuegos pirotécnicos en México no tienen correspondencia en el exterior. En Canadá se considera que México les dio una puñalada en la espalda… Adrian Morrow, corresponsal en Washington del Globe and Mail, el periódico canadiense más influyente, dijo en su cuenta de Twitter, el martes por la mañana, que parecía que México estaba ayudando a Trump a poner presión sobre Canadá, al haber llegado a un acuerdo casi completo sin la presencia del tercer socio norteamericano”.

De cualquier modo, si Trump deja fuera a Canadá y presenta en el Senado un acuerdo comercial bilateral Estados Unidos-México para su ratificación, en remplazo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el presidente tendrá dificultades para lograr su aprobación, afirmaron los legisladores demócratas. Sólo un pacto comercial trilateral podría ser aprobado por vía rápida, con 51 votos en el Senado, mientras que un acuerdo bilateral necesitaría 60 votos y eso requeriría del apoyo de los demócratas, explica una nota del diario La Jornada.

Y hasta legisladores republicanos subrayaron la necesidad de que el TLCAN mantenga su carácter trilateral.

Así que todo parece indicar que Enrique Peña ha salido nuevamente a hacerle el trabajo sucio de campaña a Donald Trump -cuando está a punto de perder la mayoría republicana en el Congreso-, al apresurar la aprobación de un tratado que no beneficia a México, salvo en la cláusula impuesta por el “observador” enviado por López Obrador a las negociaciones, Jesús Seade Helú, que garantiza la soberanía nacional en materia energética.

Mientras Peña trata de convencernos en spots publicitarios que hizo lo correcto al insultar a los mexicanos invitando al entonces candidato en decadencia a Los Pinos, Donald Trump le revira de nueva cuenta que sí se tomaría unos tragos de tequila, pero sólo después de que México pague “fácilmente” el Muro de la frontera. No se cansa Peña de insultar al pueblo al que debería representar con un mínimo de dignidad.

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