viernes, julio 26

Fitch Ratings y la CNTE al ataque. La mano que mece la cuna: Por Jesús López Segura / La Versión no Oficial

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La mafia del poder presiona para reventar al gobierno de López Obrador

Califica esta mañana el Presidente López Obrador de “ilógica” la actitud de la calificadora de riesgo Fitch Ratings al castigar con una mala evaluación a Pemex, por ejemplo, cuando ahora se controla el robo de combustibles, se combate la corrupción y se invierte por primera vez en lustros para rescatar a esa importante empresa paraestatal, mientras Fitch y sus congéneres calificaban positivamente a la misma empresa cuando estaba en manos de los saqueadores neoliberales.

Es muy cuidadoso el Presidente al verter esos comentarios, “con todo respeto a su trabajo”, sobre la tarea de esas calificadoras. Pero no quita el dedo del renglón don Andrés al destacar que resulta desconcertante que entre la gama de indicadores que esas calificadoras toman en cuenta para realizar su labor, no incluyan el importantísimo rubro de la corrupción.

Ayer, Fitch Ratings bajó su expectativa de crecimiento económico para México para este año a 1.6 por ciento, desde un 2.1 por ciento previsto en diciembre. Su decisión se debió, dijo, a “la pronunciada desaceleración económica a finales de 2018 y los débiles datos económicos en 2019”.

La calificadora, que hace unas semanas también redujo la expectativa crediticia de Pemex, destacó que la baja en el rango de pronóstico de crecimiento por parte del Banco de México refleja factores transitorios, como “la escasez de combustible y las huelgas, aunque también alertó de tendencias más persistentes que mantienen el crecimiento por debajo del potencial”.

“La debilidad económica de México”, dijo Fitch “se concentra en las actividades secundarias (manufacturas)”. También recordó que la producción petrolera continúa a la baja, “tendencia que se mantendrá durante los siguientes dos o tres años”, asegura sin dar mayores explicaciones para respaldar sus negros augurios.

Ya ha trascendido que el gobierno de Peña fue extraordinariamente generoso con estas empresas calificadoras. El columnista de La Jornada, Enrique Galván Ochoa, reveló el pasado 11 de marzo que Peña les pagó 25 millones 650 mil pesos y que a cambio de este pago las tres principales calificadoras internacionales “avalaron la Reforma Energética y la contratación de más deuda”:

Enrique Peña Nieto y sus tres secretarios de Hacienda Luis Videgaray, José Antonio Meade y José Antonio González Anaya–, así como el de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, fueron extremadamente generosos con las calificadoras de crédito. (También los directores de Pemex). En su sexenio pagaron a Standard & Poor’s 500 mil dólares; a Moody’s 450 mil y a Fitch Rating 350 mil, de acuerdo con información obtenida vía el portal de transparencia de la empresa. (Un millón 300 mil dólares, equivalentes en pesos a 25 millones 650 mil)”, aclara Galván en su columna “Dinero“.

De modo que no resulta descabellado formular la hipótesis de que al dejar de percibir esos “apoyos” millonarios, las calificadoras presionen usando su influencia para desprestigiar al Gobierno que decidió dejar de pagarles, sobre todo con el antecedente de la espléndida generosidad de sus amigos neoliberales echados del poder precisamente por corruptos.

Estos jefes de la pandilla neoliberal -“la Mafia del Poder”- no se van a quedar con los brazos cruzados y muy probablemente se han convertido en la mano que mece la cuna del embate no solo de estas calificadoras (que no dan paso sin huarache), sino probablemente también de otros grupos de presión, como los que se ostentan como representantes de la CNTE que, de buenas a primeras, irrumpen nuevamente en el escenario de sus desmanes justo cuando el Congreso de la Unión echará por tierra la Reforma Educativa que tanto les molesta.

Otro caso “ilógico” -diría el presidente López Obrador– al que tiene que apechugarle y tratar de resolver con las armas de la cordura y la razón, aderezadas con la convicción inamovible de no reprimir “movimientos sociales”.

La actitud de la CNTE resulta “ilógica” desde la perspectiva de un movimiento magisterial disidente que debería estar celebrando en grande la voluntad inquebrantable del nuevo Gobierno de abrogar la dizque “reforma educativa” del peñismo, pero perfectamente lógica si la juzgamos a la luz de quiénes podrían realmente estar detrás de estos movimientos, calificados por AMLO como conservadores disfrazados de liberales.

Los argumentos de la CNTE nunca se han centrado en temas educativos. Nuevas tecnologías, enfoques pedagógicos, problemas de cobertura y eficiencia del sistema. Jamás. Siempre la han armado de tos porque vieron amenazadas sus plazas. Porque quieren conservar privilegios sindicales millonarios. Nunca les ha importado un bledo la calidad de la educación que llegan a impartir ocasionalmente, es decir, cuando no andan en la calle haciendo sus desmadres.

No dudaría ni un segundo en formular casi cualquier hipótesis que explique por qué unos cuantos siguen haciéndola de jamón en medio de la algarabía de un pueblo que festeja con júbilo el hecho histórico de que se hayan ido a Palenque (es decir, a La Chingada) los que nos saquearon y asesinaron y secuestraron hasta el cansancio.

Los mismos criminales que no cesan en su actividad y que en algunos rubros incluso la han incrementado durante lo que va del nuevo gobierno, podrían estar siendo incitados por sus antiguos patrones. Sus cómplices en el poder. Los que recibieron sobornos millonarios por dejarlos trabajar libremente y enriquecerse hasta la ignominia.

¿Alguien puede creer que la poderosísima “mafia del poder” está resignada en el retiro?

REFERENCIA:

Galván Ochoa: https://notiguiatelevision.com/2019/03/11/pago-pena-a-calificadoras-de-riesgo-25-millones-650-mil-pesos/

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