martes, noviembre 12

Responde Anabel Hernández a AMLO: “La denuncia está en mis libros”. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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¿Qué espera el fiscal Gertz Manero para actuar? Y AMLO ¿qué espera para realizar las consultas prometidas?

Anabel Hernández es una periodista y escritora mexicana excepcionalmente acuciosa y, junto con Lydia Cacho, de las periodistas más valientes y profesionales en la historia del país. Luego de ser mencionada en la conferencia matutina del Presidente López Obrador, éste le recomendó que se anime a presentar, en las instancias formales correspondientes, las pruebas de sus acusaciones en el sentido de que el ex presidente Felipe Calderón conocía perfectamente las relaciones de su ex secretario de Seguridad, Genaro García Luna, con el Cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán:

“Se conoce que, cuando se llevan a cabo estas investigaciones, se reúnen elementos, se llama a declarar a quienes tienen información, y es lo que creo se van a seguir haciendo en Estados Unidos“, dijo AMLO y agregó: “Si alguien tiene información también está obligado(a) a entregarla, aun siendo periodista. Esta periodista, Anabel Hernández ha hecho trabajos de investigación de primer orden, es una profesional del periodismo y valiente, es una mujer excepcional, entonces si ella lo decide, porque también es decisión personal, puede entregar esa información para el caso”, respondió López Obrador a pregunta expresa sobre si se tomarían en cuenta las investigaciones de la periodista, para fincarle responsabilidades al ex presidente Borolas.

Anabel Hernández agradeció el comentario y reconocimiento de su labor, y declaró en una de las muchas entrevistas que le hicieron luego de la mención que hizo de su persona el Presidente López Obrador: “Yo, en lo particular siento, como individuo, como persona, un gran respeto por Andrés Manuel López Obrador, lo que a veces no se puede decir de muchos políticos, la verdad”.

Pero ese concepto no le impide a la gran analista mexicana adoptar una actitud crítica frente a la recomendación que le hace el Presidente. En entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela (“Los Periodistas. La Octava), de plano descalifica al mandatario con el argumento, indiscutible, de que las instancias que por ley deberían estar investigando a Calderón luego de las revelaciones de la ex embajadora Roberta Jacobson -y del cúmulo de evidencias en su contra-, no requieren ninguna denuncia o aportación de pruebas por parte de ella, más allá de leer sus libros -donde se consigna con detalle todo lo que podría aportar- y que los periodistas no son ni jueces, ni ministerios públicos, ni mucho menos fiscales para andar instrumentando investigaciones judiciales.

El Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, está obligado por ley a proceder y no necesita avalar el cumplimiento de su deber en consultas populares, remata Anabel, dejando en claro la mezquina sugerencia de López Obrador de emboletarla a ella en esa trampa.

Pero la entrevista no se queda ahí, Anabel suelta una bomba informativa al sugerir que Genaro García Luna, Juan Camilo Mouriño y Felipe Calderón, compartían relaciones íntimas en un bar que mandó construir el ex presidente en Los Pinos, precisamente para estas fiestas en las que participaba también Ulises Ramírez (según informaron a Notiguía panistas distinguidos del Estado de México), un cacique prianista conocido por diversos escándalos, uno de ellos el que revela el propio Álvaro Delgado en su libro El Amasiato, en el que asienta que el ex presidente municipal de Tlalnepantla participó en la negociación del Gobernador Peña Nieto para la entrega de más de cien mil votos mexiquenses a la causa de Calderón en el 2006 “para vencer a AMLO“.

La sugerencia de la gran periodista apunta en el sentido inequívoco de que una relación de esa naturaleza no puede menospreciarse con el comentario torpe de que “Calderón no estaba enterado” de las andanzas de su amigo íntimo y brazo derecho en la materia que más ocupó la atención de su Gobierno, la “guerra contra el narco”, a menos claro, que haya estado permanentemente en completo estado de ebriedad.

“Miren, en efecto hay una investigación en Estados Unidos, según sabemos no es en contra del ex presidente Felipe Calderón, el que está siendo juzgado es el secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, el señor García Luna… Lo que puede pasar en la investigación, es que en las declaraciones de García Luna se implique al ex presidente Felipe Calderón, y eso sería otra cosa, pero hasta ahora no hay elementos, que yo sepa, para que con el caso de García Luna se pueda implicar y juzgar al expresidente Felipe Calderón”, cantinflea un titular del Ejecutivo que enfatiza a diario que la principal meta de su Gobierno es la lucha contra la corrupción y la impunidad (sic).

Anabel Hernández aseguró que el narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, le reveló que el ex presidente panista era quien encabezaba las narco reuniones que se realizaban durante su sexenio y todavía tuvo la gentileza de darle el beneficio de la duda al fiscal Gertz, concediendo que quizá está enfrascado en una investigación a fondo y que por el momento no puede dar detalles, aunque compara el trabajo que hace Santiago Nieto en la UIF de Hacienda y pone en serias dudas y aprietos el desempeño del fiscal, tal como lo han hecho reiteradamente investigadores de la talla de Edgardo Buscaglia, por ejemplo.

Sobre las crecientes dudas que generan incluso entre sus seguidores más fieles y hasta fanáticos los titubeos del Presidente López Obrador para juzgar a ex presidentes, el columnista Julio Hernández López plantea en su Astillero de La Jornada:

López Obrador ha manoseado y pospuesto por sistema el tema de presuntas consultas populares para decidir si deben intentarse acciones contra tales ex presidentes, a pesar de que él mismo llegó a asegurar que las convocaría y realizaría por sí mismo e, incluso, mencionó las presuntas preguntas a realizar.

La condescendencia respecto a su antecesor inmediato, Enrique Peña Nieto, podría tener cierta explicación, aunque no una justificación: el frívolo mexiquense que ocupó Los Pinos de 2012 a 2018 cedió el paso, en términos electorales y luego institucionales, al tabasqueño que se prefiguraba como ganador imparable. Aun cuando el conductor de las conferencias mañaneras de prensa ha descrito una y otra vez el desastre criminal contra el país que le dejaron los antecesores, marcadamente el priista encopetado, no se ha hecho nada de real impacto contra esa facción altamente corrupta (el caso de Rosario Robles tiene otras connotaciones [de venganza personal]).

Ahora, Felipe Calderón Hinojosa responde retador a lo dicho el martes por el Presidente de la República: la justicia no es un asunto de consultas, sino de pruebas y de leyes. Si la fiscalía tiene pruebas de que he cometido algún delito, adelante, que proceda. Pero si no es así, no hay consulta que valga. Respete mis derechos, tuiteó. ¿Responderá López Obrador con una señal de amor y paz u ondeará un pañuelo blanco ante periodistas? ¿Seguirá aferrado a la mala coartada de las consultas? ¿Derivará el caso a la instancia formal de la Fiscalía General de la República?”, se cuestiona Astillero.

Y para animar más la hipótesis de que AMLO perdona a Enrique Peña porque lo dejó llegar (“pacto de impunidat” -sic-), Salvador Camarena escribe en El Financiero:

Calderón es el personaje favorito del amlismo no para el papel del villano, ese lo tienen reservado para “el innombrable”, sino para usarlo de piñata, botana, de póngale la cola al burro, de postre y hasta para servirse la caminera de todos los burlesques y circos que los de Morena arman para desviar la atención, un día sí y otro también.

Y mientras ocurren esos escándalos mediáticos que no se ven traducidos en procesos formales (quizá porque los del gobierno no tienen parque), hay alguien que sonríe desde su exilio dorado.

Ese de la sonrisa se llama Enrique Peña Nieto. Cobró de presidente hace no tanto. Y sus amigos cobraron de su gobierno. Dejó, entre otras cosas, tanta o más violencia que Calderón. Tanta o más debilidad institucional que Calderón. Manoseó tanto o más a los órganos autónomos como Calderón. Pero con él los de Morena no se meten.

No lo hacen ni siquiera a la vista de una pandemia que viene a recordarnos que Peña permitió, solapó o alentó –usen el verbo que gusten– el latrocinio en detrimento, entre otras cosas, de los sistemas de salud de México.

Mientras eso pasa, Peña puede sonreír tranquilo. Andrés Manuel le cuida las espaldas mientras sus seguidores gritan señalando a Felipe: ‘¡Al ladrón, al ladrón!’ “

CON INFORMACIÓN DE:

La Mañanera de AMLO

La Octava. Los Periodistas

Astillero de Julio Hernández López/ Retador, Felipe Calderón // AMLO elude con consultas
La Jornada.- https://www.jornada.com.mx/2020/05/06/opinion/012o1pol

Esto le va a gustar a Peña: Salvador Camarena / La Feria/ El Financiero.- https://elfinanciero.com.mx/opinion/salvador-camarena/esto-le-va-a-gustar-a-pena

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