viernes, julio 26

¿Adelanta AMLO su sucesión por problemas de salud? LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

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Claudia, descartada por 3 razones: La elección fallida en la Ciudad. La Línea 12 y YosStop

Ya van dos días consecutivos en que el Presidente confiesa, con cierto aire de resignación, estar mucho más preocupado por llegar con vida al 2024 que en la revocación del mandato del año entrante. Y no se necesita ser muy temerario en materia analítica para ligar esta preocupación -sumada al mal semblante que sinceramente pensaba se debía al hecho de haber perdido la mitad de las alcaldías de la Ciudad de México– con los repentinos destapes de sus posibles sucesores.

En política, la forma es fondo, dicen los que gustan de coleccionar frases de la vieja usanza priista, aglutinadas en el compendio que delineó el sentido común de varias generaciones de políticos mexicanos que arrancaron en el PRI… y terminaron en Morena.

Andrés es muy lúdico, es juguetón. Le gusta lanzar bolas ensalivadas” expresa el analista quizá más popular de los últimos tiempos en México, Alfredo Jalife, experto en geopolítica y psiquiatra, profesión abandonada, por cierto, pero que le confiere un halo de superioridad a la hora de juzgar a personajes en sus “motivaciones profundas”.

Jalife piensa que don Andrés está jugando con otro de los conceptos clásicos de la vieja usanza, la del “tapado” y que, por lo tanto, aprovecha la terrible circunstancia del ballenazo de la ruta 12 del Metro para subir a Ebrard y Sheinbaum al ring, a fin de distraer la atención y proteger, así, a su verdadero delfín dorado.

¿Quién es? le inquiere el conductor que lo entrevista (un periodista tabasqueño de primera) y Jalife le regatea la respuesta, como suele hacer este lúdico analista geopolítico para mandar bolas ensalivadas y dejar la impresión de que sabe mucho más de lo que sus escuchas imaginan.

En realidad, es un contrasentido que el Presidente contemporáneo más poderoso -en la víspera apenas del arranque de su segunda mitad de sexenio- ande tan preocupado con su propia sucesión y tan angustiado con asuntos del espíritu. De la vida y la muerte, como quien a los 67 años es informado que padece una enfermedad terminal (no se pierdan la película de Johnny Deep, que acaba de estrenarse en Netflix, sobre este tema).

Su autoproclamación juarista sufre un grave deterioro al autodestaparse como cristiano evangélico, seguidor fiel de Cristo Rey, olvidando la vieja máxima de la multicitada usanza antigua, referida a la innegociable laicidad del Estado mexicano: “a Dios lo que es de Dios” y a Sheinbaum y Ebrard lo que es de Monreal.

Hoy en la Mañanera, don Andrés nos embarra la enésima versión de los abrazos en lugar de los balazos, a propósito del grave problema de Aguililla, Michoacán, donde urge la intervención de un Presidente firme, en vez de la de un predicador. Huelga decir que de ningún modo confundo la firmeza con la vocación criminal de un Calderón exhibido por Humberto Moreira, en la misma Mañanera, por obra y gracia del travieso don Andrés.

Tampoco se necesita ser un analista muy picudo para plantear que si don Alfredo Jalife tiene razón, el tapado es… ¡ta ta ta taaaaan!: Ricardo Monreal, aunque el tropel de analistas de medio pelo digan que al no mencionarlo, el Presidente lo ha descartado por completo.

Esos mismos analistas consideran a Claudia Sheinbaum como la que mejor representaría los intereses personalísimos de continuidad del obradorismo, porque a pesar de tener el talento y la personalidad suficiente para desarrollar una imagen propia, la Jefa de Gobierno ha preferido navegar por completo a la sombra de su jefe, incluso en temas en los que discrepa radicalmente, como en la estrategia de López-Gatell ante la pandemia, lo que la convierte en la heredera más fiel, por esa suerte de egocentrismo de don Andrés, que raya en la megalomanía. Eso dicen.

En lo personal, creo que doña Claudia difícilmente va a superar la torpeza de los últimos tiempos de su gestión, la cual queda retratada en 3 eventos sucesivos:

1.- Perder electoralmente la mitad del bastión morenista fundamental de la Ciudad de México.

2.- Mantenerse en el cargo mientras se investiga el asunto del ballenazo de la Línea 12 y proteger impúdicamente a la directora del Metro y a otros funcionarios. Jamás los ciudadanos más politizados del país le van a perdonar eso, aunado al regateo cuentachiles de las indemnizaciones y la actitud más que sumisa y vergonzosa ante Carlos Slim, a quien deberían haberle sacado una lanota para generosas compensaciones.

y 3.- Su indiferencia criminal ante el linchamiento de una youtuber cuya madre le pidió auxilio y que fue procesada en su demarcación con acusaciones a todas luces falsas de “pornografía infantil”.

Esta influencer le va a costar a Claudia la Presidencia de la República. Diez millones de seguidores de YosStop que tal vez se multiplicarán al doble durante el ilegal y machista proceso, se encargarán de eso. Al tiempo.

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