viernes, julio 26

Prefiere Congreso mexiquense “proteger” a animales que a las mujeres. Por Jesús López Segura

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Es la entidad campeona en feminicidios y muertes por abortos practicados en condiciones insalubres

En el Estado de México quien cause lesiones dolosas, realice “actos eróticos” o cometa “abuso sexual” contra animales, recibirá penas de hasta cuatro años de prisión; seis, si el acto es fotografiado, videograbado y/o difundido; y 9 años si el infractor es funcionario público que tenga por encargo el manejo de animales.

Esta exagerada penalización fue aprobada por unanimidad por las comisiones de Legislación y Administración Municipal y de Protección Ambiental y Cambio Climático del Congreso local. Además, se establecen multas por estos delitos que van de 26 mil 800 hasta más de 40 mil pesos.

Nada dice el boletín oficial del Congreso del Estado de México, dominado por Morena, sobre por ejemplo las llamadas “corridas de toros“, fiesta (“brava”) fotografiada, videograbada y difundida en televisión, en la que, frente a miles de testigos, bellos ejemplares de toros son torturados y masacrados para el babeante regocijo de la multitud.

Decía Carlos Abascal cuando era secretario de Gobernación en el sexenio de Vicente Fox (el ranchero que quería llevar vacas pedorras a Los Pinoles, a sugerencia de uno de sus folklóricos hijos adoptivos) que “las mujeres también son seres humanos”.

Hay muchos enfermos que encadenan a perros y los matan de hambre o a palos por el puro gusto de sentirse superiores al animal. En México abundan los desquiciados que ponen a gallos a pelear con navajas mortales atadas a las patas y a perros entrenados para matarse por apuestas de dinero.

También hay autoridades a las que les importa un bledo que existan jaurías ferales muy agresivas que atacan a humanos y que contaminan nuestro medio ambiente con su mierda. ¡Qué bueno que se planee castigar esos abusos y descuidos imperdonables!

Pero, ¿no deberían tener prioridad las miles y miles de mujeres que mueren por abortos practicados en condiciones clandestinas insalubres?

Según esta nueva legislación -que todavía está pendiente la aprueben en el pleno-, cualquiera podría ir a cumplir una condena de 6 años de prisión, aparte de una abultada multa de dinero, si es grabado golpeando o disparando a una jauría feral que, por ejemplo, ataque a su bebé, mientras que un torero (personaje ataviado con voluptuoso “traje de luces” que se pasea en la plaza blandiendo trapos rojos para engañar al toro, antes de asesinarlo), un “picador” (gordo a caballo que clava una lanza en el lomo del pobre animal) y “banderilleros” (los que hacen gala de su velocidad de piernas para clavarle al toro arpones adornados con papeles multicolores en la espalda), son ovacionados, premiados y hasta cobran una fortuna por el espectáculo.

A la sociedad feminicida y a los morenistas light del Congreso mexiquense les preocupa más “proteger” a los animales (y pongo “proteger” entre comillas porque está demostrado que endurecer penas solo sirve para aumentar la corrupción de los funcionarios encargados de aplicarlas) que legislar para que -como en varios Congresos- se abandone la mojigatería hipócrita y misógina que impone la Iglesia Católica y se proteja a las mujeres mexiquenses cuando tomen decisiones soberanas sobre sus propios cuerpos.

¿Pero qué puede esperarse de un coordinador de diputados como Maurilio Hernández que ha tolerado el ejercicio de la violencia política de género contra sus propias correligionarias en el Congreso local?

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