Peña, Videgaray y sus secuaces, ¡felices! LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

Si camina y grazna como pato y encima está laqueado en el Hunan… es pa(c)to de impunidad

El exdirector de Pemex, Emilio Ricardo Lozoya Austin, negó que haya recibido un presunto trato preferencial en los dos procesos penales que enfrenta y advirtió que esta narrativa es una versión que conviene a los beneficiarios finales del caso Odebrecht, quienes de esta forma buscan ocultar la verdad. Se refiere a Peña, Videgaray y todos sus secuaces.

Durante la audiencia celebrada en el Reclusorio Norte y previo a que un juez federal le dictara la prisión preventiva justificada, Lozoya afirmó que no puede existir un trato preferencial cuando su madre estuvo interna en cinco prisiones alemanas y su hermana enfrenta dos órdenes de aprehensión acusadas del delito de lavado de dinero, cuando en realidad se trató de “transferencias de dinero entre familiares”.

Sí, Lozoya; pero, ¿Peña? ¿Cárcel cancela delaciones?, pregunta atinadamente Julio Hernández López en su Astillero de La Jornada y agrega:

“Más allá de la suerte cambiada para Lozoya, ha de advertirse que este giro buscado por la FGR (adiós a la posibilidad del criterio de oportunidad) podría cancelar otra oportunidad de ir judicialmente contra Enrique Peña Nieto, el supuesto objetivo de los testimonios del ex director de Pemex, quien debería ofrecer pruebas contra quien fue su superior, Peña Nieto y no Luis Videgaray Caso, a quien se pretende dejar como chivo expiatorio sustituto. Una tras otra van cayendo, entre enredos y maniobras extrañas, las posibilidades de ir judicialmente contra Peña Nieto, suponiendo que alguna vez hubiera existido esa intención en la cúpula del poder actual”.

Por su parte, Carlos Loret de Mola apunta:

“La peor derrota del discurso presidencial en lo que va del sexenio: La FGR pidió al juez que retirara a Lozoya el privilegio del “criterio de oportunidad” (testigo protegido) que le permitía no estar en la cárcel, y que lo enviara a prisión ante el peligro de fuga. La FGR fue secundada por la UIF y por Pemex.

Se dejó correr la idea de que Lozoya tenía 18 horas de videos. Que aparecían los más encumbrados políticos del “PRIAN” recibiendo dinero en efectivo. No hubo tales. El único video del caso muestra a un par de operadores políticos panistas de medio pelo recibiendo maletas de cash. ¿Cuándo se difundió ese video? Justo cuando el presidente AMLO supo que saldría a la luz el video de su hermano Pío López Obrador recibiendo dinero en efectivo clandestinamente.”

Los medios hegemónicos están felices. Felicitan a Lourdes Mendoza por haber cachado a Lozoya en su escapada al Hunan. Celebran que el nuevo villano favorito ya no podrá comer pato laqueado en la cárcel, mientras Enrique Peña Nieto seguirá dilapidando fortunas por todo el mundo, en compañía de su novia, comiendo las mejores viandas en los hoteles de mayor lujo, ¡a nuestras costillas!

¿Mantendrá el Presidente López Obrador su confianza ciega en un fiscal chamaqueado durante 15 meses en los que se le prometieron pruebas de las implicaciones de Peña y sus secuaces?

¿Todo el caso Lozoya era una mascarada para mantener entretenida a la gente mientras se cocinaba el “pacto de impunidad“, pero un inocente pato laqueado precipitó el cambio de estrategia?

Si camina y grazna como pato y encima está laqueado en el Hunan… es pa(c)to de impunidad.

PD: Estaba cerrando esta breve colaboración cuando el Presidente López Obrador me hizo favor de responder a una de mis preguntas: volvió a ratificar su confianza en el fiscal Gertz Florero alrededor de las 8:30 de esta mañana, incluso comentando que ve difícil que tratándose de un hombre de avanzada edad vaya a claudicar en el último tramo de su vida, manchando su propia trayectoria.

A insistencia del reportero sobre si él tuvo que ver con la decisión del fiscal de terminar con el criterio de oportunidad, al solicitar la prisión preventiva contra Lozoya, el mandatario reiteró que el fiscal es independiente y que él no se presta a componendas de ningún tipo con nadie: “imagínense, sería muy penoso que me dijeran que no”.

Así que la pregunta que formulé más arriba: ¿Mantendrá el Presidente López Obrador su confianza ciega en un fiscal chamaqueado durante 15 meses en los que se le prometieron pruebas de las implicaciones de Peña y sus secuaces?, tiene que ser modificada:

¿Es el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, quien mantiene, de manera absolutamente independiente -al margen de lo que pueda desear el Presidente- un pacto de impunidad con Peña y sus secuaces?