Desaparecieron un millón de habitantes como si se los hubieran llevado los extraterrestres

La disminución de alrededor de un millón de habitantes en el Estado de México, como reportó el Censo de Población 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), ha tenido repercusiones significativas en las partidas presupuestales federales durante el año 2022. Este inesperado decrecimiento poblacional se ha traducido en una reducción en los recursos asignados al estado desde el nivel federal.

Este controvertido asunto se convierte ahora en una tarea pendiente para la administración entrante, liderada por la gobernadora electa Delfina Gómez. Durante las discusiones de la mesa de transición, el coordinador de los trabajos, Horacio Duarte, expresó su escepticismo y sorpresa ante este ajuste, llegando a calificarlo como “absurdo”. Incluso, planteó de manera humorística la posibilidad de que los habitantes se hubieran volatilizado a manos de extraterrestres. Afirmó que esta revisión en los datos censales tiene un impacto directo en las participaciones económicas que el estado recibe del Gobierno Federal. Este impacto no solo ha afectado las finanzas pasadas, sino que también proyecta consecuencias negativas para el futuro económico de la entidad.

La disminución en las partidas presupuestales provenientes del gobierno federal ha suscitado preocupaciones legítimas en cuanto a la viabilidad de los proyectos y programas gubernamentales que buscan beneficiar a la población del Estado de México. El presupuesto reducido puede limitar la capacidad del gobierno estatal para llevar a cabo programas sociales, inversiones en infraestructura y otros proyectos que son esenciales para el desarrollo y bienestar de la sociedad.

El recorte presupuestal debido a la baja poblacional refleja no solo una cuestión financiera, sino también una falta de precisión en la medición demográfica. En este sentido, Horacio Duarte ha subrayado la necesidad de establecer una relación cercana y colaborativa con el Inegi para corregir estos errores en las mediciones y garantizar una representación más precisa de la población del estado.

Este desafío se suma a la serie de retos que la nueva administración de Delfina Gómez deberá enfrentar en su búsqueda de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y estimular el crecimiento económico del Estado de México. A medida que los actores políticos buscan soluciones efectivas y consensuadas para este problema, la necesidad de un enfoque estratégico y cooperativo se vuelve más evidente que nunca.