Harfuch, el punto de quiebre de Sheinbaum con AMLO. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López S.
Si Claudia patea el avispero, no habrá lugar en México donde AMLO pueda disfrutar tranquilo su “retiro”
Hoy fue nuevamente cuestionada en su mañanera la presidentA sobre su iniciativa para otorgarle dientes a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que encabeza el ministro consentido del Gabinete, Omar García Harfuch. Tal iniciativa podría desatar el primer enfrentamiento entre Sheinbaum y el expresidente López Obrador, choque de trenes que se vería reflejado en la renuencia de Adán Augusto López y Ricardo Monreal para aprobarla, al menos tal como la envía la mandataria, lo que a su vez reflejaría quién realmente es el beneficiario de la famosa “supremacía constitucional“.
La razón es muy simple. AMLO hizo cuanto pudo para completar –sin mayoría calificada– y le heredó a sus sucesora –con mayoría calificada haiga sido como haiga sido– la tarea de imponer en la ley una política de abrazos y no balazos a los delincuentes, manejada por una Guardia Nacional militarizada hasta el cogote, donde la Secretaría de Seguridad Ciudadana permanecía prácticamente como observadora y con un Poder Judicial ahora totalmente desmantelado y al servicio de la 4té, es decir, una militarización plena de la seguridad pública sin ningún tipo de control o contrapeso judicial.
Con sus más de 200 mil muertos y 50 mil desaparecidos oficiales, queda en claro que la GN militarizada sirvió para maldita la cosa, solo de testigo de las matanzas y extorsiones que los delincuentes, abrazados por López Obrador, realizaban a lo largo y ancho del país, con focos rojos cada vez más diversificados, pues a eso se limitaban, a hacer acto de presencia para evitar enfrentamientos abiertos entre grupos rivales (como lo ocurrido en Culiacán) e inhibir la formación de grupos de autodefensa de la sociedad desesperada.
¿Por qué no se sometió la golpista reforma judicial a una consulta popular? ¿Por qué sí se hizo la consulta, de manera totalmente amañada, para exonerar a los expresidentes de ser llevados a juicio por la multitud de delitos que, según el propio López Obrador, cometieron?
Con su iniciativa, Sheinbaum desafía esa estrategia del “presidente” como le dice a sus antecesor, pues devuelve prácticamente la tarea de seguridad a los civiles, dado que Harfuch coordinaría a todas las demás instancias implicadas a fin de lograr, con esa coordinación y labores enfáticas de inteligencia, combatir eficazmente al crimen organizado, algo que AMLO siempre eludió, tanto en el caso de los criminales de cuello blanco como en el de los cárteles de las drogas que presuntamente financiaron sus eternas campañas.
Donald Trump no va a andarse por las ramas, de ningún modo piensa consentir que su vecino y principal socio comercial se consolide como un narcoestado. Cuando Marco Rubio –quien muy probablemente será el Secretario de Estado de Trump, según refiere el columnista Pablo Hiriart— acusó a López Obrador de haber entregado parte del territorio nacional a los cárteles de las drogas –junio de 2022–, AMLO lo retó a presentar pruebas de ser aliado de narcotraficantes y lo llamó rencoroso, a él y al senador texano Ted Cruz (que se acaba de reelegir).
Sheinbaum no parece darse cuenta de que su intención abierta de combatir en serio a los delincuentes, con la salvedad de evitar las masacres de Calderón y Peña Nieto (aunque a este último no lo menciona, muy al estilo de AMLO), significa una afrenta para su antecesor, quien no les temía a los delincuentes y podía viajar por todo el país, incluido Badiraguato, con mínima protección, sin riesgos de un atentado. Incluso tiene planeado radicar como expresidente en el infierno chiapaneco por un simple hecho que ya hasta los estudiantes de secundaria empiezan a ver con claridad, con mucho mayor razón los halcones del próximo presidente Ku Klux Klan al que no le hace ninguna gracia que el gobierno mexicano, su vecino y principal socio comercial, se la pase coqueteando con los países latinos alineados con el bloque chino-soviético.
Si Claudia patea el avispero, no habrá lugar en México donde AMLO pueda disfrutar tranquilo su “retiro”.