miércoles, abril 24

¡Va Delfina! Se impone el dedazo demoscópico. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López S.

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¿Qué molestó a AMLO del proceso morenista del fin de semana y apresuró el destape de la maestra?

Don Andrés se conmocionó con el aquelarre morenista del fin de semana porque pudo apreciar las debilidades de sus liderazgo- de corte carismático- y cómo la forma de dominación política del tipo burocrático se abre paso, como la vida misma, para acotar la voluntad mesiánica, y encauzar las ambiciones personales y tribales de una multitud que creía sujeta por completo a su voluntad.

El mandatario esperaba una cargada “espontánea” en favor de quien él ha dado la indicación inapelable sería su elegida, pero vio con horror que los participantes se la tomaron en serio, se la creyeron que el proceso sería democrático y se inscribieron 67 de las diversas tribus minoritarias morenistas en la competencia, incluidos prestanombres de las muchas cabezas del Grupo Atlacomulco.

Mario Delgado perfiló las dos encuestas de modo que no quedara ninguna duda y los más fuertes contendientes acataran, sin el menor asomo de inconformidad, la decisión del “pueblo” expresada en encuestas tan sesgadas, que la delfina presidencial “alcanzó el más alto porcentaje” compitiendo contra 17 muy respetables damas, pero desconocidas, y el senador Martínez tuvo que rifársela en un grupo de 50 caballeros entre los que figuraban alcaldes y ex alcaldes de los municipios más poblados del país.

Esto que viola las más elementales reglas metodológicas, no parece preocupar a nadie ya sea por ignorancia, por obediencia ciega, o por una vana esperanza basada en la fe y el pensamiento mágico.

Y aún así ganó Higinio, que debería haber competido él solo contra Delfina en una segunda encuesta definitoria con piso parejo, pero Mario Delgado está asesorado por auténticos expertos en demoscopía, no para crear instrumentos altamente confiables en su capacidad para recoger las inclinaciones de la sociedad, sino para imponer la decisión previa del Jefe. Por eso en la segunda encuesta incluyó a Horacio Duarte y a Fernando Vilchis para restarle votos a Martínez Miranda.

Ahora viene el fenómeno de la cargada. Todos, todos, todos (hasta el Noroñas) cerrarán filas públicamente en torno a la elegida por el dedo presidencial, y jurarán su lealtad en pos de la unidad, aunque en privado harán todo lo posible para hundirla, en acuerdos con el Grupo Atlacomulco, empeñado en una lucha por su supervivencia, independientemente de que el gobernador de holograma (como le sigue llamando Julio Hernández López al hombre de la tarjeta rosa) se intimide con el petate del muerto Peña Nieto.

A horas de que Gerardo Fernández Noroña recibió la noticia de que sí será incluido en la encuesta presidencial –vaya o no el PT en alianza con Morena–, el diputado que había pospuesto su entrevista con un medio local (en espera de ese anuncio) donde amenazaba con despotricar contra Delfina Gómez, rectificó de última hora y se desvivió en elogios hacia la maestra, haciendo comentarios negativos contra Higinio Martínez y Fernando Vilchis (a quien no bajó de autoritario que jodía a la gente de Ecatepec con el cubrebocas, mientras los mataba de sed -lo cual es enteramente cierto-) y prodigando calificativos muy ofensivos contra César Camacho y hasta homofóbicos, de la peor ralea, contra otro ex gobernador priista, ante el nada discreto júbilo del entrevistador.

El Noroñas no piensa a largo plazo. Al avalar el dedazo presidencial en forma tan burda, dadas las bravatas fanfarronas sobre su presunta “honestidad intelectual” y las virtudes del movimiento de transformación que encabeza “el compañero presidente”, en realidad se pone de pechito, porque ese mismo dedazo, consolidado en el laboratorio mexiquense, hará viable otra imposición, de Claudia o Adán (las únicas y verdaderas corcholatas de don Andrés), al siguiente año.

Si los exgobernadores mexiquenses (con la saludable ausencia del impresentable Señor Ávila) logran convencer a Del Mazo de dar la pelea, tienen altas probabilidades de ganarle a doña Delfina, quien no dudo sea una muy buena persona, pero trae una requetelarga cola de negativos a su paso por las diversas plazas donde la impulsaron sus jefes, Higinio y López Obrador, ninguna de las cuales fue alcanzada por capacidad propia, dicho esto con todo respeto.

El jueguito ilegal de adelantar la campaña con el disfraz de “coordinadora de los comités de defensa de la 4té” ya no se lo traga nadie y menos un INE envalentonado y firme que difícilmente será eliminado, como vaticina el secretario de Gobernación, porque no cuentan con los votos necesarios para perpetrar semejante barbaridad propia de una República bananera.

Ello podría abrir la puerta para el nombramiento de un candidato alternativo. Al tiempo.

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