Ése fue el mensaje de AMLO por la maleta que le envió Arturo Beltrán Leyva en 2006, según Anabel Hernández

En su columna Serpientes y Escaleras de El Universal, Salvador García Soto aborda el inicio de la circulación del libro “La Historia Secreta, AMLO y el Cártel de Sinaloa” de Anabel Hernández, destacando las afirmaciones sobre presuntas entregas de dinero del Cártel de Sinaloa a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2006. Destaca una frase atribuida a López Obrador, según los testimonios presentados en el libro, donde supuestamente agradece la entrega de un maletín lleno de dinero por parte de un emisario del cártel.

“Dígale al señor que muchas gracias: Ésa es la frase que la autora atribuye, con base en sus testigos, al propio López Obrador, quien después de recibir un maletín lleno de dinero por parte de Sergio Villarreal ‘El Grande’, quien iba como emisario de Beltrán Leyva a entregar el dinero en un cuarto de un hotel donde se hospedaba el candidato durante una gira por el norte del país. Y cuando ya había recibido el dinero, según la narración de Anabel, el entonces candidato presidencial por el PRD le dijo al emisario de los narcos: Dígale al señor que muchas gracias”.

Evidentemente muy perturbado por los señalamientos de Xóchitl Gálvez durante el debate sobre la presunta corrupción de sus hijos con el Tren Maya y por referirse a Claudia Sheinbaum como “narcocandidata“, el Presidente López Obrador intentó, en primera instancia, cuando fue requerido por una reportera sobre su opinión del debate, mostrarse feliz por el resultado, sin disimular siquiera su activismo mediático en favor de Sheinbaum:

“Estuvo muy bien el debate, estamos bien, de buenas, eh… no hubieron (sic) eh… groserías, Algunas, este, cosas ahí menores, pero muy bien, vamos muy bien… Va a ganar… México“

Pero luego le ganó el hígado y se fue de largo:

“Siempre ha habido cuestionamientos, pero esa campaña de narcopresidente eh… surge a partir de una publicación de un periodista galardonado, Premio Nobel del periodismo, que ya no hemos vuelto a saber de él, supe por ahí que lo habían, este… llamado, creo que estaba cubriendo en la franja de Gaza y lo llamaron, para hacer ese trabajo sucio con información de la DEA. Esto está probado, porque ellos mismos hablaron que la información era de la DEA y luego, le siguió el Niu Yor Taim (sic) y aquí Reforma, Carmen Aristegui, la señora Anabel Hernández, que acaba de presentar un libro en contra mía, lo mismo, la vinculación con el narco, no presentan una sola prueba, son unos vil (sic) calumniadores. Una sola prueba y eh… los convoco, los emplazo a que presenten pruebas, porque pues es muy fácil ¿no? decir, se fue Junco, el camarada Junco dueño director del Norte, de Reforma, hace como 10 años al exilio, que estaba alta la violencia en Nuevo León y se fue a proteger, porque temía de una amenaza de la delincuencia organizada, y tantas cosas ¿no?

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Pero a ver, ¿y las pruebas dónde están? Lo mismo, eso no lo puedo comentar, pero si mis hijos están eh… metidos en negocios ilícitos en el Tren Maya, ¿por qué no presentan denuncias? Si yo he dicho que no acepto la corrupción de nadie, ni de mis hijos, por qué nada más es calumniar con la máxima del hampa del periodismo, de que la calumnia cuando no mancha tizna, sí, nada más que eso aplicaba antes.

¿Por qué con nosotros eso no transita, no funciona?, por dos razones: una, porque no somos corruptos y sí puedo hablar de mis hijos porque los conozco y no son corruptos, pero si hay pruebas, adelante, no le voy a hablar al fiscal para decirle “oiga ahí les encargo” o “ahí se los encargo”. No.

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¿Pero cuáles son las pruebas? las de este famoso calumniador especialista en montajes, llamadas telefónicas de amigos de mis hijos o examigos, de Loret de Mola, periodista con mucha autoridad moral, finísima persona.”