Rocha Moya recibió millones de pesos de Los Chapitos para su campaña en 2021, revela video
El Cártel de Sinaloa neutralizó la estructura de operadores de la alianza PAN-PRI-PRD”
LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura
La acusación contra Rubén Rocha Moya, actual gobernador de Sinaloa, de haber recibido millones de pesos por parte de “Los Chapitos”, una facción del Cártel de Sinaloa, para su campaña en 2021, plantea serios cuestionamientos sobre la legitimidad de su gobierno. Según el youtuber Ocran Leaks, quien ha sido identificado por el periodista Luis Chaparro como Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”, Rocha Moya habría estado bajo el control de esta organización criminal, recibiendo fondos, propaganda y apoyo logístico durante su campaña, información retomada por la revista Proceso.
Los Chapitos se relacionan con el morenista Rubén Rocha Moya
El video, publicado en un momento de tensión dentro del Cártel de Sinaloa tras el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, describe una operación del cártel para desarticular a los operadores políticos de la alianza PAN-PRI-PRD en Sinaloa. Se acusa al cártel de secuestrar hasta 100 personas vinculadas a la estructura electoral de la oposición, lo que apunta a una posible manipulación del proceso democrático.
Rubén Rocha Moya, Hertz y Ricardo Monreal
Las revelaciones implican que el gobernador Rocha Moya –uno de los consentidos del Presidente López Obrador— habría hecho concesiones al cártel a cambio de su apoyo, tales como designar al secretario de Seguridad y otorgar contratos públicos a empresas vinculadas a “Los Chapitos”. Estas acusaciones, de confirmarse, pondrían en evidencia un preocupante nivel de colusión entre el gobierno de Sinaloa y el crimen organizado, lo que confirmaría la tesis de que al menos en esa entidad impera un narcoestado.
Los Chapitos
Este tipo de denuncias, provenientes de un personaje vinculado al propio cártel y ahora convertido en informante de las autoridades estadounidenses, refuerzan la complejidad y profundidad de las relaciones entre el poder político y el narcotráfico en México, lo que sugiere un panorama sombrío para la gobernabilidad en el país.
