viernes, abril 19

No hubo sorpresas: 4 de 6 estados para Morena. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López

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En la presidencial no habrá dedazo: AMLO. El PRI, de plano, en inexorable extinción

El pueblo es mucha pieza. Lo que siempre he dicho, pero se niegan a reconocerlo nuestros adversarios, exclamó, satisfecho, el Presidente López Obrador en la Mañanera del día después. Yo no debería decirlo o quizá cobrarles honorarios. “Les afecta mucho su racismo, su clasismo. Desprecian al pueblo. No le tienen amor al pueblo”, dijo el mandatario al presentar la última tabla de avance en el PREP donde queda claro que Morena arrasó en 3 entidades, Quintana Roo, Oaxaca e Hidalgo, las dos últimas gobernadas por el PRI. Y ganó en Tamaulipas en votación un poco más cerrada. Un triunfo rotundo como vaticinaron las encuestas.

Los conductores de Milenio (encabezados por Azucena Uresti) que hacían un seguimiento, en vivo, de los cierres de casillas y las declaraciones triunfalistas de los dirigentes de partidos, no daban crédito de que mintieran en forma tan descarada. Mario Delgado fanfarroneaba que Morena había ganado en los seis estados en disputa, “6 de 6” gritaba a los 4 vientos mientras Marko Cortés y Alito juraban que había ganado 3 de 6, es decir incluían a Tamaulipas en sus cuentas alegres.

No tienen remedio. Mario Delgado pregonando un carro completo y los otros dos pensando que todavía contaban con el apoyo del poder central como para presionar mediáticamente por una prevaricación comicial de última hora, a la vieja usanza prianista. ¿En qué mundo sobreviven?

El PAN conserva, así, 6 gubernaturas. Ganó por sí mismo, sin coalición, Aguascalientes, un bastión regional de la derecha tradicional. Claro, no sin sus clásicos asegunes: enchiqueraron al diputado morenista mexiquense Isaac Montoya que participaba en esa entidad como “observador electoral”, lo que demuestra la descarada intervención del gobierno estatal en el proceso.

Coaligado con el PRI, el PAN conservó Durango, lo que constituye una victoria indiscutible del partido conservador por excelencia. Pero Morena gobernará ahora 22 estados de la República mexicana y el año próximo parece que subirá el récord a 24. Un partido hegemónico como lo fue el PRI en sus buenos tiempos de la dictadura perfecta, como apenas empieza a darse cuenta Dulce María Sauri Riancho.

El PRI de plano se perfila claramente hacia la extinción. Perdió dos plazas de 4 que le quedaban, cuando hace seis años gobernaba la mitad de las entidades del país. Como se esperaba, la desastrosa gestión de Alito, exhibido recientemente como un auténtico hampón, lo que no lo ruboriza en absoluto, ni a muchos de sus correligionarios que deberían avergonzarse, entre los que se incluye especialmente a dos “operadores políticos” mexiquenses fracasados: Ricardo Aguilar y Carlos Iriarte, mencionados todavía por cierta prensa local maiceada como probables ¡precandidatos a la gubernatura del Edomex! ¿Te cae?

A partir de estos resultados todo mundo volteará la mirada cándida hacia el último bastión tricolor (o más bien pentacolor prianista) del poder atlacomulquense más avezado del país en el arte de mantenerse en el poder mediante toda la gama de triquiñuelas desarrolladas durante más de 90 años de imponerse por las buenas, o como hiciera falta.

De ahí que el Presidente haya respondido a uno de los dizque reporteros que Chucho le acarrea para que hagan preguntas a modo, que la tarea inmediata es impulsar la Reforma Electoral que le diseñó uno de los aspirantes a la sucesión mexiquense, su principal alfil en materia electoral que le ha acompañado por décadas, Horacio Duarte. Y ante la pregunta de si ya se va a desatar la carrera presidencial el próximo domingo, como lo anunció Delgado, responde que ya está más que desatada.

Son mis compañeros. A todos los estimo, pero el mejor método es el de las encuestas, dijo el presidente como aclarando que no habrá dedazo: “no deben estar esperando la señal presidencial. Lo otro es jugar chueco”. Pero eso sí, aclaró el mandatario, van a tener que trabajar 16 horas diarias en sus encargos y destinar 2 o 3 para sus campañas y dormir 5.

“Está en los estatutos, es legal, entonces, cualquier ciudadano… es un derecho constitucional votar y ser votado. Claro, al principio serán muchos, quince… pero luego en la segunda, quedarán tres… cinco y de ahí la definitiva, y el que gane y ese es al que voy a apoyar”.

“No voy a ir a hacer campaña, solo lo voy a apoyar, voy a decir éste es mi candidato o la candidata; hombre o mujer. Sí vamos a hacer una encuesta, porque si se abre, se cuela la mafia. Antes los candidatos los ponían desde el poder. Decían, vamos a poner a este porque es moderado, es centrista; éste va a echar para atrás todo lo que dejó Andrés Manuel, entonces este nos conviene y vamos a ayudarlo, las televisoras y la radio… pues son especialistas en introducir productos chatarra al mercado. Con todo respeto”.

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