jueves, marzo 28

Con ayuda de Dante Delgado, derrota Monreal a AMLO en el Senado: impone a Armenta

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La oposición prianperredista en pleno, con Movimiento Ciudadano, le ofrecen entrega total al zacatecano

LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

Quien piense que el tremendo forcejeo de ayer en el Senado de la República se suscitó por la definición de un puesto legislativo burocrático –por importante que fuera–, correrá el riesgo de perder de vista lo que yace en el fondo de esa escaramuza entre los senadores morenistas leales al Presidente de la República y los que tomaron partido, abiertamente, por la candidatura presidencial de Ricardo Monreal.

Don Andrés quiso poner a prueba la lealtad hacia su persona de los senadores de Morena, ordenando a los miembros de su Gabinete que asistirían a la plenaria morenista -donde se haría la propuesta al pleno de la Cámara sobre su gallo para presidirlos-, que dejaran plantado a Ricardo Monreal, empecinado como estaba el zacatecano en imponer a un propio (Alejandro Armenta Mier) en contra de la voluntad presidencial de encumbrar al senador Higinio Martínez Miranda, como una forma de premiar su lealtad (y garantizarla en el futuro) hacia su candidata al gobierno mexiquense, Delfina Gómez.

La apuesta presidencial fallida (perdió 36 contra 28) incluía el escenario de que los senadores morenistas atenderían el deseo de don Andrés hasta tal punto, que defenestrarían a Monreal de la presidencia de la JUCOPO y del liderazgo de la fracción.

Pero Monreal se impuso, haiga sido como haiga sido, es decir, con el respaldo de senadores morenistas leales más a él que al Presidente, y con una abrumadora y, hasta ayer, impensada simpatía de la oposición en pleno, incluido el sorpresivo respaldo definitorio de Dante Delgado, el jefe de Movimiento Ciudadano.

Lo ocurrido ayer en el Senado, parece una fotografía que adelanta quién podría ser realmente el candidato opositor de Morena en la elección presidencial: Ni Bety Paredes, ni Enrique de la Madrid, ni Ricky Ricón, ni Chumel Torres o Lilly Téllez, ni mucho menos Alito Moreno. El candidato real de la oposición tiene que salir del propio Morena, a partir de las fracturas que algunas incongruencias graves de don Andrés generan en la 4té, como lo hemos advertido aquí dese hace una eternidad.

El candidato opositor surgirá de la fracción crítica de Morena, encabezada hoy –por obvias razones de haber sido marcados como corcholatas de segunda clase por el desprecio presidencial–, por la dupla M&M.

¿A alguien podría extrañarle que solo la hija de Maquío y el canciller Casau-Bond desoyeron la “sugerencia” presidencial de darle el plantón a don Ricardo?

Ahora bien, ¿qué implicaciones podrían surgir a partir de este senadosazo al Presidente en la elección preliminar del Estado de México?

La primera es que rápidamente el mandatario tendrá que buscar la forma de compensar al senador Higinio Martínez por haberlo mandado a la guerra -contra Monreal– sin fusil. Y ello podría darse en el terreno del control absoluto (en congruencia con la mayoría de los consejeros que lo respaldan) de las estructuras de Morena en el Estado de México, a definirse el próximo domingo, disciplinando a Mario Delgado ¿y a Claudia Sheinbaum? para que dejen de alentar la pepena y el oportunismo caníbal en la entidad.

La segunda consecuencia podría ser que la diputada Ana Lilia Herrera se anime a seguir el exitoso ejemplo de Monreal y se rebele ante el inminente dedazo delmacista en favor de Alejandra del Moral, negociando, quizá con Movimiento Ciudadano una encuesta para disputarle la candidatura a Juan Zepeda. Pero todo parece indicar que Ana Lilia, como buena priista obsesiva, valora más la disciplina y la obediencia que sus presuntos principios.

Una tercera consecuencia será la que “dendenantes” hemos estado planteando aquí: que la revuelta M&M termine fortaleciendo hasta tal grado al candidato del partido emergente por excelencia, Movimiento Ciudadano, que Juan Zepeda termine llevando su música de rock al Palacio de Gobierno de Toluca.

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