En México mueren más periodistas que soldados. 98% de impunidad: UNESCO
En lo que va de 4té, han muerto 42 soldados por arma de fuego, pero 63 periodistas fueron asesinados en el mismo lapso
En lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador han matado en México más periodistas que soldados y, adicionalmente, el 98% de los homicidios cometidos en contra del gremio periodístico permanecen en la impunidad, informó la Oficina en México de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Mientras que en México, de acuerdo con la información publicada por la Sedena en su portal electrónico, del 1 de diciembre de 2018 al 1 de octubre pasado habían muerto 42 soldados por agresiones con arma de fuego, según los datos reportados el pasado 27 de octubre por el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, 63 periodistas han sido asesinados en lo que va del sexenio actual.
Leopoldo Medina, director Regional de Artículo 19 señaló que, este año, México se colocó a la cabeza del ranking mundial de periodistas asesinados. Tan sólo en lo que va de 2022, han sido asesinados 14 periodistas, cifra que ya superó a los 8 periodistas muertos en Ucrania, país en conflicto bélico con Rusia.
“En 2021, los países con mayor número de víctimas mortales fueron México (nueve), Afganistán (siete) e India (cinco). En 2020, las cifras más altas de ataques mortales se registraron nuevamente en México (10), Afganistán (seis) e India (seis)”, detalló el organismo.
Asimismo, la UNESCO señaló que América Latina es la segunda región más peligrosa para ejercer el periodismo, ya que durante este tiempo asesinaron a 38 comunicadores, de los cuales 19 fueron mexicanos.
México también encabeza la lista en términos de violencia en general, no solo de asesinatos en particular, en el nada honroso ranking de los países más violentos en las Américas, destaca Artículo 19 en sus informes, donde se comenta que si no es posible vincular directamente el reiterativo discurso del Presidente Andrés Manuel López Obrador contra la prensa, con las agresiones contra los periodistas que incluso identifica por nombre y apellido en sus largas peroratas contra la prensa, si es posible inferir que la andanada discursiva del mandatario contribuye a exacerbar el clima de odio contra los periodistas, cuando debería, como primer mandatario, tratar de frenar esas agresiones, en vez de incitarlas.
