Militarización turística: la Sedena se adueña de los hoteles del Tren Maya

Se trata de 6 hoteles y un parque con un valor de 10 mil 964 millones de pesos
En México, ya no basta con que el Ejército patrulle las calles o controle aeropuertos: ahora también administra hoteles, gasolineras, parques ecoturísticos y hasta museos. Como parte del Tren Maya —ese megaproyecto que prometía desarrollo y hoy huele a cuartel—, la estatal GAFSACOMM, manejada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), recibió 6 hoteles y un parque con un valor de 10 mil 964 millones de pesos.
Los inmuebles, construidos para recibir a los turistas que se aventuren en el tren de la 4T, incluyen hoteles en Palenque, Edzná, Uxmal, Chichén Itzá, Tulum y Calakmul. La entrega se formalizó a finales de febrero de 2025, con Fonatur Tren Maya cediendo no solo las llaves, sino toda la contabilidad, saldos, y registros fiscales —para que el Ejército, por si fuera poco, también se encargue de los números.
Mientras otros países civilizan sus fuerzas armadas, México las convierte en operadores turísticos de lujo. GAFSACOMM no solo tiene ya en su poder los hoteles, sino que también administra 12 aeropuertos, 10 estaciones de combustibles, 5 gasolineras, 2 centros de distribución de hidrocarburos y 3 parques ecoturísticos. Y como la cereza en el pastel de la militarización, hasta dos museos.
Bajo el discurso del “progreso“, se consolida un Estado militar donde el Ejército no solo vigila sino también factura, hospeda, vende gasolina y administra sitios turísticos. Un país donde, a este paso, cualquier trámite, cualquier viaje, cualquier hotelería podría pasar primero por el uniforme verde olivo.
La 4T no solo militarizó la seguridad pública: ahora militariza el turismo, el transporte y el entretenimiento. El Tren Maya, más que unir el sureste mexicano, parece estar construyendo una sola vía: la del poder absoluto de los militares.