Dice Claudia Sheinbaum que el mejor homenaje a los caídos del 68 es arrasar en el 24
Es decir, que el nieto de Marcelino García Barragán se haga del gobierno de la Ciudad de México. ¡Vaya homenaje!
Por Jesús López Segura
En el contexto de la conmemoración del 2 de octubre, en el 55 aniversario de la masacre estudiantil en Tlatelolco, Claudia Sheinbaum Pardo, virtual candidata presidencial de Morena, encabezó la celebración del 12 aniversario de su partido, Morena, declarando que ¡el mejor homenaje que se puede hacer a quienes lucharon en 1968, es ganar el 2024, pero no solo la Presidencia, sino todos los puestos en disputa!
¿En qué cabeza cabe formular esa declaración cuando se es responsable de proponer para el gobierno de la Ciudad de México -donde ocurrió la siniestra matanza que el pueblo de México no puede olvidar después de 55 años-, precisamente al nieto de Marcelino García Barragán, secretario de la Defensa y responsable directo, junto con su jefe, Gustavo Díaz Ordaz, de esa terrible masacre?
Y no es que responsabilice a Omar García Harfuch de las atrocidades cometidas por su abuelo, o por su padre, Javier García Paniagua, uno de los principales dirigentes de la guerra sucia de los 70s, sino que me parece que la señora que ambiciona febrilmente ser la primera Presidenta de este país, comete un gravísimo error al exponer -por encapricharse de esa forma tan compulsiva con un muchacho que no dudo podría ser una finísima persona- su ausencia absoluta de la más mínima sensibilidad política, lo que presagia un auténtico desastre para su eventual ejercicio presidencial. ¿Quién carajos la está asesorando? ¿Amigos encubiertos de Xóchitl Gálvez? ¡Ah, no. Adán Augusto López!
Según nota de algunos diarios nacionales, las consignas dominantes en la marcha de ayer conmemorando el 2 de octubre fueron: “Harfuch genocida” y “Nos faltan 43”.
La mejor prueba de que hasta don Andrés Manuel está muy sacado de onda con la necedad de su virtual sucesora, la aporta él mismo con su discurso cantinflesco de hoy para justificar que, ayer, de plano recomendaba al electorado que tuvieran cuidado -en alusión más que directa a García Harfuch que pasó, como lo advertí, prácticamente desapercibida-: “hay que tener cuidado con los farsantes”.
“Tengo que hablar bien, porque así es además, bien de todos, porque no puedo hablar aquí bien de una persona y mal de otra, el caso también porque quiero aclararlo, como ha salido esto del 68, de los militares, del General García Barragán, abuelo de Harfuch, he tenido también que decir ¿sí? que si no hay pruebas, y como son tiempos de elección, pues debe de actuarse con responsabilidad, pero así como eh… pido que no se juzgue a la ligera, que no haya juicios sumarios, que no afecten a Harfuch, también quiero decir de que está participando como dirigente, para ser dirigente del movimiento de transformación de la CDMX.
Clara Brugada, que me consta es una compañera muy comprometida. Y está participando el doctor Hugo López-Gatell, que este… nos ayudó mucho, porque en los tiempos de zopilotes, todavía es temporada de zopilotes, eh… el que daba la cara cuando la desgracia, la pandemia de Covid que tanto dañó y que tanto nos preocupó, pues habían quienes lo que querían era nada más zopilotear, eh… sacar provecho del dolor, de la desgracia, porque ese es el grado de enajenación al que llegan, por su conservadurismo.
Entonces se le lanzan ¿no? a Hugo, fuertísimo, pero ayudó muchísimo él y tengo que decir lo mismo de Clara y tengo que decir lo mismo de Harfuch y tengo que decir lo mismo de todos.
O sea, porque aquí ni modo, y además ¿quién va a decidir al final? pero no solo en el caso de ellos, en el caso de quiénes van a ser las autoridades en la Ciudad y del País, ¡el pueblo”.