Congreso de la Unión (incluido Morena) rechaza “Ley Bonilla”, aprobada por prianistas de Baja California: Por Jesús López Segura / LA VERSIÓN NO OFICIAL
Francisca Vega (Despierta de Televisa) omite decir que Morena respaldaría la controversia
Después de una campaña feroz para desprestigiar al Gobierno de López Obrador calificándolo de “autoritario” y de promover un “laboratorio reeleccionista” con el “Bonillazo” de Baja California, televisoras olvidan destacar que la fracción de Morena, mayoritaria en el Congreso Federal, se pronuncia en favor de una controversia constitucional para anular esa Ley tan criticada por los mismos opositores que la aprobaron, con su mayoría, en el Congreso local de Baja California.
Francisca (La Paca) Vega, quien sustituye a Carlos Loret en la conducción de “Despierta” de Televisa, menciona que el Congreso de la Unión desaprueba la Ley Bonilla, sin destacar que la fracción mayoritaria de Morena se manifestó por apoyar la controversia constitucional planteada por la minoría opositora, mientras programas de la propia televisora y otras como fue el caso de “Los de Enfrente” de Milenio TV, continuaban acusando a López Obrador de “autoritario” y “reeleccionista” con motivo de esa ley.
Ricardo Monreal, por su parte, comparece vía telefónica con su “querido amigo” Ciro Gómez Leyva para exhibirse como muy sensato y prudente (¿a diferencia de López Obrador?), pues respeta la soberanía de Baja California, por lo que considera que debe ser la Suprema Corte la que tramite la controversia constitucional que eche abajo la repudiada ley.
No hay un solo morenista de alto nivel que defienda al Presidente, víctima de un golpe de estado “blando” -ver nota respectiva de La Jornada*- impulsado por la reacción desde sus tribunas televisivas, como es el caso del programa de El Financiero Bloomberg, conducido por Leonardo Kourchenko y sus botargas, por ejemplo, donde apenas hace dos días el ex Jefe Diego Fernández de Cevallos atacaba al Presidente con expresiones tales como “Este loco… Este orate”.
Ayer mismo, en “Los de Enfrente” de Milenio Televisión -sin la presencia de las dos mujeres participantes- el club de Tobi de cacatúas masculinas despotricaba de lo lindo (especialmente el lleno de odio nada disimulado Héctor de Mauleón) y no pasaron ni tres minutos para que Carlos Marín transitara de acusar a López Obrador de “autoritario” (en dos ocasiones ha declarado “tener los hilos del poder en sus manos”), a blandengue: “un Presidente debe tirar línea. Debe dar órdenes” (en el caso de Baja California).
La parvada de chachalacas panzonas (con Marín al frente) condenaba que López Obrador haya sido incapaz de reconocer un solo error en lo que va de su joven administración, como si alguno de los presidentes que le antecedieron en el cargo sí lo hubiera hecho, acota en un arranque espontáneo contra la línea editorial del programa Juan Pablo Becerra Acosta, a lo que Marín responde “no puedo mencionarte un ejemplo en este momento, pero seguro que otros presidentes han reconocido sus errores”.
Es increíble que la coordinación de Comunicación Social de AMLO no se haya percatado de la existencia irrefutable de una asonada mediática contra el Presidente de México, perpetrada desde televisoras concesionadas que nunca fueron capaces de criticar al Presidente en turno (al que ahora traen como lazo de cochino) y que fueron abiertamente cómplices del saqueo de la nación, de los fraudes electorales y del genocidio que perpetraron Calderón y Peña contra el pueblo de México, con el pretexto de la “lucha o guerra contra el narco”.
Ahora bien, si Jesús Ramírez Cuevas sí se ha percatado de este golpe de Estado “blando” o “suave” promovido por las tele y radiodifusoras concesionadas y no hace nada al respecto, peor aún, porque ya debería haber reclamos oficiales ante la Secretaría de Gobernación para que haga su trabajo de vigilar el apropiado uso de las concesiones por cuenta de empresarios que se han enriquecido hasta la ignominia con sus explotación comercial, en perjuicio del pueblo de México, de su cultura, su educación y ahora de su estabilidad política y económica.
Este planteamiento no significa de ninguna manera un exhorto a coartar la “libertad de expresión”, sino a poner un límite al derecho que creen tener los dueños de las concesiones, a utilizarlas para desestabilizar al país en defensa de sus intereses personales y de grupo.
En escasos 7 meses ya han logrado bajar la popularidad del presidente en casi 10 puntos porcentuales. A este paso -y con el desgaste natural de un gobierno que se propone frenar el saqueo, la corrupción y el genocidio imperantes en el país desde hace casi 4 décadas-, en tres años vamos a tener un clamor nacional para derrocar al Presidente, como ha ocurrido -gracias a la labor de las televisoras golpistas- en casi todas las experiencias latinoamericanas de gobiernos populares, a los que los neoliberales llaman “populistas”.
La ultraderecha fragua un “Golpe de Estado Suave” contra AMLO
https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2019/07/15/la-extrema-derecha-intenta-darle-un-201cgolpe-de-estado-suave201d-a-amlo-9870.html
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