viernes, marzo 29

Alejandro Moreno propone armar a los ciudadanos. ¿”Bomba informativa” para desviar la atención?

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AMLO no opina al respecto mientras Alito y Osorio Chong protagonizan el último capítulo de Alien contra Depredador

LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López Segura

Desesperado por la tunda mediática y de los exdirectivos tricolores para destituirlo, Alito, el dirigente más desprestigiado de la historia nonagenaria del PRI, propone que se permita a los ciudadanos en general portar armas de mayor calibre para defenderse, ante la incapacidad del Gobierno para brindar seguridad.

Su partido -dijo Moreno Cárdenas en conferencia de prensa- impulsará una ley para que, adicionalmente, los integrantes de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y la Marina puedan llevar sus armas de cargo a sus casas, para defenderse y hacer frente a la delincuencia organizada. Sostuvo que ante la ausencia de un Estado que cuide a los mexicanos, “que sepan los delincuentes que la gente se va a defender. Nuestra prioridad debe ser la gente honesta y que los delincuentes sepan que ésta se va a defender de las agresiones”.

“El gobierno de Morena no tiene ningún plan de seguridad, ni le interesa hacerlo, por lo que la violencia que se vive en el país es la principal preocupación de los mexicanos”, aseguró.

Obviamente hubo reacciones en los medios hegemónicos y redes sociales de rechazo absoluto al planteamiento del enterrador oficial del PRI. Carlos Marín tachó su iniciativa de “pendejada“, muy indignado el comentarista de Milenio identificado como vocero oficioso de las fuerzas armadas.

“No tengo ninguna opinión… Ahí se lo dejo a la gente”, exclamó el Presidente López Obrador esta mañana, con rostro de desaprobación total.

En un país donde todavía turbas de ciudadanos linchan a inocentes solo porque los consideran “sospechosos” sin que haya consecuencias legales para estas hordas desbocadas de cobardes asesinos, obviamente sería un despropósito facilitarles el acceso a armas de alto poder dizque para que se defiendan de los criminales profesionales que los acosan, los extorsionan y matan, o violan y desaparecen a sus hijas.

Aunque quizá un disparo evitaría a las víctimas de esas bandas de zombis, ser golpeadas, torturadas y finalmente quemadas vivas como ha ocurrido en Puebla, por ejemplo.

En un país donde ciertamente el Estado exhibe cada día su absoluta incapacidad para brindarle seguridad a los ciudadanos, a la par que militariza en forma compulsiva cada vez más áreas estratégicas de la administración pública, sin que ello garantice la paz y tranquilidad que ha prometido en discursos demagógicos cotidianos, no es de extrañar que la gente desesperada opte por tomar la justicia en sus manos.

En un país donde se mata a periodistas, a sacerdotes, a médicos, a abogados, a defensores de Derechos Humanos y a todo profesionista cuya labor contemple un alto grado de riesgo, sin que el Estado los proteja adecuadamente, como sería su primordial obligación, ¡claro que esos Profesionistas deberíamos exigir nuestro derecho de portar armas para defendernos ante la inutilidad de los mecanismos burocráticos que, a menudo, hacen aparecer al Estado mismo como cómplice -al menos por omisión- de esos asesinatos selectivos!

Un Estado mexicano que observa con indiferencia cómo los criminales pasean su armas de gran calibre por las calles de muchas de nuestras ciudades, ante la apatía inaudita de la Guardia Nacional militarizada, y de la Marina y el Ejército, que por órdenes absurdas que tienen que ver con una suerte de mesianismo evangélico, salen corriendo para alejarse de esos criminales, dejando a la población inerme por completo ante los abusos de esas huestes de delincuentes que controlan territorios enteros, ¡claro que se debe permitir que la misma sociedad se organice para defenderse!

¿O qué, debemos aceptar sumisamente que nos cobren impuestos para luego pagar extorsiones y encima tengamos que rendirles pleitesía a soldados que violan nuestros derechos humanos, mientras el Presidente los ensalza como los grandes héroes nacionales?

¿En qué mundo piensa López Obrador que estamos viviendo?

Ahora bien, que quede perfectamente claro que la crítica vertida aquí contra el actual gobierno no exculpa en absoluto a los anteriores de haber generado esta situación, probablemente de manera intencional, para poder ejercer el saqueo más grave que haya sufrido el país en su historia, incluida la depredadora etapa colonial.

Así que, si algún fanático del obradorismo pretende acusarnos de “conservadores” que la piense dos veces, porque lo que le criticamos a López Obrador es precisamente limitarse a señalar retórica y compulsivamente tales atrocidades, mientras mantiene a sangre y fuego a un fiscal absolutamente complaciente y alcahuete de la mafia del poder. Conservadores seríamos si estuviéramos protegiendo, como el fiscal Gertz Manero, al antiguo régimen.

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