jueves, octubre 31

La dictadura imperfecta. Morena, el nuevo PRI. LA VERSIÓN NO OFICIAL. Por Jesús López

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Todos fueron invitados, con sus virtudes y sus defectos. Todos, todos, todos. Nada nuevo bajo el sol

Asistimos ayer al espectáculo reconfortante de que, efectivamente, Morena no puede ser más democrático. Bastaba prácticamente con el deseo de hacerlo y contar con una credencial de elector, ah! y poner cara de regenerador nacional, para inscribirse como aspirante a consejero de Morena. No hubo mayores filtros, cualquiera podría participar y se apuntaron un chingo. 2. 5 millones según López Obrador. ¡Qué bueno!

Tendremos en unos cuantos días como miembros del máximo órgano dirigente del partido hegemónico del país, a morenistas comprometidos con … con lo que sea que estén realmente comprometidos, pero también a sicarios, narcos, panistas disfrazados, priistas arrepentidos, asesinos seriales y hasta violadores (como el que quería, de la mano de López Obrador, ser gobernador formal de Guerrero). Ahora lo es de cualquier modo, por la vía informal de su hija.

La invitación abierta de Mario Delgado (por instrucción del Jefe) obviamente implica que los colados traigan consigo todo su arsenal de experiencia política en los ratones locos y las urnas embarazadas o quemadas. Ni modo que abandonen su esencia nada más porque ahora trabajarán para siglas distintas pero con la misma, exactamente la misma gente.

¿Vale la pena hacer un recuento pormenorizado, de las irregularidades? Noooo, como diría el Peje… perdón el Jefe. Para qué, si el cara dura de Mario ya dijo que va a anular los votos malhabidos “que fueron mínimos en esta fiesta de la democracia partidista”.

No tiene caso tampoco preguntarnos cuánto tiempo llevará a los demonios tricolores apropiarse de las nuevas siglas que amparan a todos, todos, todos los viejos dinosaurios y sus secuaces de partiditos satélite. O esperar que un grupo de auténticos morenistas o “puros” como se hacen llamar, tomen el control del partido que se supone nació para hacer las cosas de manera diferente, a fin de lograr… lo que sea que se proponen lograr.

Este golpe de realidad me ha obligado a reflexionar que no es posible esperar un guiso distinto, preparado por el mismo chef.

Este revoltijo se irá depurando poco a poco hasta definir dos corrientes básicas en Morena: una nacionalista revolucionaria que pujará por el aborto legal y cobrarle más impuestos a los ricos para paliar la miseria que ellos han provocado, entre otras medidas realmente populares; y otra corriente más conservadora y alcahueta de la oligarquía, pero con un “discurso de avanzada”, en la que cabrán muy bien Mario Delgado, sus jefes y sus secuaces.

La dictadura perfecta relouded pues, donde quedarán fuera -y eso es lo que hay que agradecerle a AMLO-, gentuza como Alito y muchos otros megaladrones sinvergüenzas.

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