Las promesas de conservación se han desmoronado frente a la destrucción subterránea

El movimiento de activistas ambientales, Sélvame del Tren, lanzó una alerta sobre la perforación de cavernas en la construcción del tramo 5 del Tren Maya, desatando preocupaciones sobre lo que denominan un ‘ecocidio’ en una de las regiones más emblemáticas de México.

La turística península de Yucatán, famosa por sus extensas redes de cuevas, cenotes y ríos subterráneos, se ve ahora afectada por la imponente infraestructura del Tren Maya. Imágenes y videos compartidos por activistas ambientales revelan la transformación del paisaje subterráneo, antes inmaculado, ahora marcado por pilares de acero y cemento que acompañan la ruta del megaproyecto gubernamental.

Guillermo DChristy, espeleólogo y defensor del medio ambiente, ha denunciado lo que califica como “el peor ecocidio que se ha hecho” en la región. Sus publicaciones recientes muestran cómo las promesas de conservación por parte del gobierno, incluido el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se han desmoronado frente a la realidad de la destrucción subterránea.

“Se supone que íbamos a proteger este sistema de cavernas y cenotes y la promesa fue que no se iban a tocar”, lamenta DChristy en sus publicaciones. “Nos mintieron, señor presidente”, agrega, refiriéndose a las autoridades. “Sí están perforadas y se está inyectando concreto en ellas… Masificar turismo, masificar desarrollos inmobiliarios y pasar un tren por la selva es el peor ecocidio que se ha hecho en este lugar”.

El proyecto del Tren Maya, anunciado como una iniciativa de desarrollo turístico que conectaría los principales destinos de la región, ha generado controversia desde su concepción. Aunque el presidente López Obrador había prometido medidas para preservar el entorno natural, las críticas de los ecologistas han ido en aumento con el avance de las obras.

La construcción del tramo 5 del tren ha avivado aún más las preocupaciones, especialmente después de que se encontraran las columnas de concreto en el complejo de cuevas de Aktun Túyul, cerca de Xpu Ha. La falta de respuesta por parte de la empresa militar a cargo de la construcción y del INAH ha profundizado las inquietudes sobre el impacto ambiental y arqueológico de la megaobra.

Con la fecha límite de octubre para su conclusión, el Tren Maya sigue siendo objeto de debate y preocupación. Mientras el gobierno lo promueve como un impulso al turismo y al desarrollo regional, los defensores del medio ambiente continúan denunciando lo que consideran un atentado contra el patrimonio natural y cultural de México.

La advertencia de Sélvame del Tren resuena como un llamado urgente a la preservación de una de las áreas más singulares y valiosas del país, mientras el debate sobre el equilibrio entre el desarrollo y la conservación ambiental sigue en curso.

Fuente: El Financiero