El Hospital de Jesús, a 500 años de su fundación por Hernán Cortés, al borde del olvido: Proceso

Lejos de tener “el mejor Sistema de Salud del mundo” dejamos morir ese patrimonio histórico
Un conmovedor reportaje de la revista Proceso revela cómo el Hospital de Jesús, símbolo vivo de la historia de México y el más antiguo del continente, enfrenta su sentencia de muerte tras medio milenio de servicio. Fundado en 1524 por Hernán Cortés en el lugar donde se encontró con Moctezuma, este emblemático nosocomio podría dejar de ser un hospital para degradarse a un simple dispensario. ¿La razón? La falta de 200 millones de pesos para modernizar su equipo médico.

Hospital de Jesús fue fundado por Hernán Cortés, a punto de morir por falta de presupuesto
Mientras el ex presidente López Obrador prometía un sistema de salud “como el de Dinamarca,” aquí estamos, viendo cómo se apaga una de las instituciones más importantes de América. Ni su aniversario 500 logró sacudir la indiferencia: en una conferencia conmemorativa más discreta que solemne, las palabras altisonantes sobre historia y legado apenas disfrazaron el desinterés por la crisis que atraviesa este hospital.
El exrector de la UNAM, José Narro Robles, asesor del Comité Conmemorativo, habló de todo menos de soluciones concretas. Su llamado a la sociedad fue un eco vacío, mientras el templo contiguo del hospital, que alberga una de las obras cumbre de José Clemente Orozco, languidece sin su escultura histórica de San Miguel Arcángel.

Hospital de Jesús el más antiguo del Continente, fue fundado en 1524
El Hospital de Jesús ha sobrevivido despojos, guerras y crisis desde el siglo XIX, cuando perdió el subsidio del Marquesado del Valle de Oaxaca. Hoy, subsiste apenas con recursos autogenerados y asistencia pública. Sin embargo, la omisión y la apatía de las autoridades parecen ser más letales que cualquier adversidad del pasado.
Esta no es solo la historia de un edificio antiguo, es la crónica de un sistema de salud desmoronándose. Si no actuamos ahora, el hospital más antiguo de América será recordado no por su grandeza, sino por cómo lo dejamos morir.